servicio aDios

Páginas: 19 (4710 palabras) Publicado: 18 de marzo de 2014
CAPITULO l PRIMER ENEMIGO: NOSOTROS ( LA CARNE )

1. Conociendo nuestro Corazón

El primer enemigo que trataremos, es aquel que mora en nosotros mismos. Pablo le Decía a Timoteo:

“Ten cuidado de ti mismo...” 1 Timoteo 4:16

Parece increíble la declaración de este texto. Existen miles de peligros que nos asedian, existen miles de situaciones adversas que nos estorban, existen miles deperversas artimañas que atentan contra nuestra vida, pero jamás nos imaginamos que muchas de ellas manan desde lo mas interno de nuestro ser. 

El peligro, muchas veces, esta en nosotros mismos y es por esa razón que el apóstol Pablo se lo declara con tanta precisión a su amado Timoteo. Dicha advertencia nos invita a desconfiar hasta de nosotros mismos.

¿Es que acaso nuestro corazón nos puedeengañar? Por cierto que sí. Jeremías dice:

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9)

Ciertamente que todos tenemos un manantial de perversidades que quiere brotar y gobernar nuestra voluntad. Es la constante petición de la primitiva naturaleza que reclama su antiguo lugar. Es el grito incesante del viejo hombre que eleva su rebelión encontra de Dios.
Es la ley del pecado de la cual nos habla Pablo (Romanos 7: 7-25) ante la cual debemos dar la lucha diaria y constante.

Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó que lo que contamina al hombre no es lo que entra, sino lo que sale de él (Mateo 15:11)
Es la triste y cruda realidad de nuestra naturaleza caída. No podemos confiar ni en nosotros mismos. 
Por tales razones, es necesarioprocurar entregar todo nuestro corazón al Señor para que él, quien los escudriña todo, pueda sacar aquello que impide el servir a Dios con libertad y eficacia.

2. Tratando con nuestro pecado

El tema del pecado es tan amplio que amerita un estudio especial para ello. No obstante, podemos resumir que cada creyente está en una dura lucha en contra del pecado que mora en nosotros:

“Y yo sé queen mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien esta en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago” Romanos 7: 18-19

Uno de los grandes conflictos que existen en la juventud y en especial, en los primeros momentos de creyente, es que luego de la experiencia inolvidable de la conversión, se descubre que aun existe dentrode nosotros aquella vieja naturaleza que reclama su primitivo lugar. Es el viejo hombre que mora con nosotros y que muchas veces desea gobernar nuestra voluntad. Pablo lo presenta así:

“¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”
Romanos 7:24

Este clamor desgarrador del apóstol, es la propia experiencia de cada creyente en Cristo que reconoce aquella lucha entre la nuevacriatura y la vieja naturaleza pecaminosa. No debemos menguar respecto a esto, porque el viejo hombre constantemente quiere rebelarse y ante cualquier descuido se produce la caída y la desobediencia.

Una vez entendiendo que en nosotros mora el pecado y que éste, constantemente desea gobernar nuestra vida, debemos de la misma forma confesar a Dios nuestras faltas y flaquezas, a fin de que él tomeel dominio de nosotros:

“Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia de la carne” Gálatas 5:16

“Amados, yo os ruego como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma” 1 Pedro 2:11

La carne reclama su primitivo lugar, pero el mandato de Dios es a no satisfacer aquellos deseos pecaminosos que batallan en contra delalma. 
Nuestro Señor Jesucristo nos dejó una gran enseñanza frente a este punto:

“Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne es débil” Mateo 26:41

Esta es una de las áreas de mayor dificultad del creyente. La única manera de contrarrestar y de someter la seducción del pecado que mora en nosotros, es a través de la oración, justamente es...
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