Setyo
-No puedo-decía- es muy difícil hacer lo que me pide.
-Yo se que es difícil, pero inténtelo, nadie se muere por amor y usted tiene que olvidarla…
Así era una típica conversación de ellos; Edison el romántico apasionado y Jeisson, el que intentaba ayudarlo con sus consejos sensatos. Los cinco en realidad formaban un grupo muy extraño, a simple vista no tenían nada en común, pues ¿Quépodían tener en común un romántico algo tímido, un ser con labios cerrados que pocas veces se abrieron, una artista extrovertida y algo fastidiosa, una aficionada a la leche y la cultura oriental y un ser melancólico y ciertamente insensible? Una sola cosa: la soledad. Si, era lo que tenían en común, una soledad sin abandono pero con encierro.
-¿Y cómo lo hago?
-No la vuelva a ver, es lo mejor. Lavida es algo dura, pero tenemos que aceptar las cosas.
Aquel día Edison y Jeisson se encontraban en las escaleras amplias y blancas de la mansión, mientras Lina y Laura se encontraban en la cocina frente a un caldero y Julián sentado en la cima de un árbol mirando en silencio su interior. El amor de Edison, era una de las doncellas de la princesa. Edison era un gran amigo de aquella chica, peronunca pensó que el amor naciera en su interior. Edison callado y con su manera contemporánea de ser, iba siendo carcomido por dentro por no poder declararle su amor.
-Y, ¿Si mejor me declaro?
-Es una buena opción, pero ¿Si le rompen el corazón que va a hacer?
-Debo correr el riesgo, si no, pasaré la vida siendo un cobarde, y así nunca podré estar con ella y mucho menos llegara ser un arquero.-¿Sigue con ese cuento? Viejo, los arqueros son valientes, fríos y algo muy importante, hábiles.
-Pero mi vida esta en el arco y en la flecha, no puedo pensar en otra cosa, claro, exceptuándola a ella…
En ese momento las trompetas avisaron el fin del día. Las puertas del castillo (que en realidad era un pueblo entero) serían cerradas y así el día concluiría. Julián bajó del árbol y sedirigió al castillo; Edison y Jeisson se pararon de las escaleras y se dirigieron a casa, Lina y Laura permanecerían en la cocina de la gran mansión del rey. Edison y Jeisson llegaron a sus respectivos “empleos”: La bótica y la herrería. Mientras tanto Julián se dirigía calmado hacia la biblioteca que manejaba y que aquel día había decidido cerrar y así descansar. Sin embargo, sería una larga noche paraLaura y Lina, pues la mansión se encontraba de fiesta y ellas debían cocinar.
-¿Usted va a trabajar?
-¡Claro!, nunca se sabe cuando se va a necesitar una llave.
-Es cierto; es mas en este momento necesito unas llaves: las de la casa, ¿Me las daría?
-¿Me va a dejar solo? Además horita no hay nadie en la casa.
-Yo se… pero quiero dormir.
-No sea así Edison, quédese y aprenda cómo hacer unallave.
-Diez minutos no más…
-Está bien, en diez minutos nos vamos.
Mientras tanto, Laura y Lina charlaban de los elegantes jóvenes de la fiesta…
-En realidad no hay como él…-dijo Lina.
-¿Quién? ¿El cocinero?
-Siii… es que es muy… Tan…no se…pero me gusta mucho.
-Pero el no te pone cuidado, deberías dejarlo de ese tamaño.
-Prefiero amarlo de lejos, callada, que no amar.
-¡Haber,ustedes dos señoritas!-les gritó un criado- ¿No deberían estar cocinando?
-Si, perdónenos, ya regresamos-dijo Laura excusándose por no estar en la cocina a la par que arrastraba a Lina consigo.
Bajaron rápidamente las escaleras y se encontraron en la cocina, rodeadas de comida, calderos y criados. Al fondo, con un extraño suéter, un chico con ojos cafés, rubio, cocinaba hábilmente.
-¡Hey,chicas!-les gritó-¿Me ayudan?
-¡Por supuesto Folk!-gritó Lina efusivamente-¡Ya vamos!
El amor de Lina era Folk. Caminaron hasta allí, donde empezaron de nuevo sus labores, mientras cocinaba, Laura pensaba en que estarían haciendo sus compañeros: Jeisson y Edison estarían quizá en casa, tratando de cocinar y Julián…se le ocurrió de todo, pero jamás que estaría con una mujer en la biblioteca....
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