Severiana

“A cada condición y generación le corresponden sus propias perspectivas del pasado y del futuro, dependientes de dónde ha llegado, que ha dejado detrás suyo y hacía donde se esta moviendo; sus valores dependen pues de esta misma conciencia”.
Isaiah Berlín (1953)
De 1915 a 1930 hubo tres corrientes: una renovación estilística que incorporaba influencias de las vanguardias europeas(el estridentismo (Manuel Maples Arce, Germán List Arzubide, Arqueles Vela) y los Contemporáneos), un grupo de escritores retomaba temas coloniales (Xavier Villaurrutia, Jaime Torres Bodet, Jorge Cuesta, José Gorostiza,Salvador Novo), y otros que comenzaron a publicar las llamadas «novelas de la Revolución» (la más conocida es Los de abajo de Mariano Azuela): Martín Luis Guzmán, Rafael F. Muñoz, HeribertoFrías, Jorge Ferretis, Nellie Campobello.
Hasta mediados de la década de 1940 hubo autores que continuaron con narrativa realista, pero también conocieron su auge la novela indigenista y las reflexiones en torno al ser y la cultura nacional. Surgieron dos nuevas generaciones poéticas, agrupadas en torno a las revistas Taller y Tierra Nueva.
Durante la década de los veinte del siglo pasado -mientras losmuralistas poblaban las paredes con obras "revolucionarias" y la literatura de la Revolución aún gozaba cabal salud-, un grupo de jóvenes asumió el reto de convertirse en críticos de las costumbres, la moral, la inteligencia y la política del país. Jorge Cuesta, Gilberto Owen, Javier Villaurrutia, José Gorostiza, Salvador Novo y Carlos Pellicer, entre otros, se lanzaron en busca de nuevos caminosque conducían más allá de los estrechos límites del nacionalismo. Como resultado de esto, su poesía y ellos mismos se convirtieron en el blanco de las críticas.
A pesar de ello, sus obras -entre las que destacan Muerte sin fin de José Gorostiza, Material poético de Carlos Pellicer y Sátirade Novo- permitieron el alumbramiento de una nueva generación de poetas: Elías Nandino, una presenciadiferida en Los Contemporáneos, Renato Leduc, Efraín Huerta, Alí Chumacero, Jaime García Terrés, Rubén Bonifaz Nuño, Tomás Segovia, Jaime Sabines, Rosario Castellanos y, sobre todo, Octavio Paz, quien se convertiría con el paso de los años en la figura más importante de la poesía mexicana y uno de los creadores definitivos de México y el mundo: su importancia -como escritor y como conciencia crítica- lepermitió ser galardonado con el Premio Nobel de literatura.
Entre las obras de aquellos poetas destacan: Nocturna suma de Elías Nandino, Catorce poemas burocráticos y un corrido reaccionario para solaz y esparcimiento de las clases económicamente débiles de Renato Leduc, la Estampida de poemínimosy la Transa poética de Efraín Huerta, Páramo de sueños de Alí Chumacero, La señal y Tarumba de JaimeSabines, Los demonios y los días de Rubén Bonifaz Nuño, Historias y poemas de Tomás Segovia, Las provincias del aire de Jaime García Terrés, Poesía no eres tú de Rosario Castellanos y Piedra de sol de Octavio Paz.
Al finalizar la década de los cincuenta y comenzar los años sesenta, las filas de la poesía mexicana se engrosaron con Gabriel Zaid, José Emilio Pacheco, Eduardo Lizalde, Gerardo Deniz,Jorge Hernández Campos, Juan Bañuelos, Óscar Oliva, Jaime Augusto Shelley, Alejandro Aura y José Carlos Becerra. El boom de la poesía mexicana había comenzado y, como una muestra de ello, en la Asamblea de poetas jóvenes de México (editada en 1980), Gabriel Zaid levantó un censo de 600 poetas nacidos a partir de 1940.
En la siguiente generación -la nacida durante los años cincuenta cuando sepublicaban la Poesía de Efraín Huerta, la Obra poética de Alfonso Reyes, Práctica de vuelo de Carlos Pellicer y Estación violenta de Octavio Paz- destacan: Vicente Quirarte, Carmen Boullosa, Fabio Morábito, Carlos Oliva, Jaime Moreno Villarreal, Víctor Manuel Mendiola y José María Espinasa.
Al igual que en el caso de la Generación de la ruptura, la poesía mexicana reciente se ha visto reforzada...