Severiano

Helena y Anibal
Cristian y Helena eran novios, se habían hecho novios después de un año de conocerse. Iban a casarse pronto pero Cristian fue asesinado antes de su boda. Por esa tragedia, Helena siempre estaba sola, siempre se veía muy nerviosa y paranoica. Uno de sus amigo, Jorge, siempre se mantuvo a su lado y le daba mucho cariño. Al final, Helena decidió casarse con el hombre cariñoso.Después de un año tuvieron un hijo y le pusieron Anibal. Así empieza la historia.

Helena abrazó a su niño en la cama cerca de la ventana. Sintió sus manos pequeñas y la seda suave de la ropa de su hijo, querido Anibal. Cuando lo vio por la primera vez, su amor se convirtió en un amor muy profundo. Quizás era un amor materno, el más natural, grande y santo, el que ella sueña con mostrar. Derepente escuchó los pasos de alguien que conocía muy bien.
-¡Ah, Marido! ¿cómo ha sido tu trabajo hoy?-le pregunta con un tono muy alegre para darle la bienvenida a Jorge.
-Mi amor, tengo algo para decirte, pero no quiero que te sorprendas mucho.-
Le iba a contar un asunto del que se había preocupado por todo el día.
-Me han despedido en la empresa y he decidido dedicarme aartesano. Estaré más libre para cuidarte a ti y a Anibal.
En efecto, su trabajo era muy bien pagado pero a Jorge nunca le había gustado.
-Creo bien. Debes dedicarte a lo que te gusta.-ella sabía su intención verdadera.
Después de escuchar esta respuesta, Jorge les dio muchos besos a su esposa y a su hijo como loco, y se fue a ducharse cantando. Helena odiaba que Jorge hiciera todos losasuntos tan cuidadosamente, como si tuviese miedo de dejarle enfermar. Helena sabía que ella era una diosa para Jorge, pero a ella no le gustaba.

En un diciembre que nieva, Anibal pasaba por su cumpleaños de ocho años. La venta de las artesanías de Jorge iban muy bien e incluso estaba más ocupado que antes. Pero Helena siempre se sentía nerviosa todos los días pero su preocupación era muy diferentea la que sentía antes. No podía dormir bien ni comer mucho. Ella sabía muy bien la razón: era por Anibal. Descubrió que su hijo solo estaba normal cuando ella estaba a su lado, pero su cara cambiaba cada vez que ella se alejaba. Helena llegó a entender que él nunca tenía interés de los juegos ni en los programas para niños. Anibal no tenía ningún pensamiento malo, solo mostraba sus sentimientostristes, de enfadado, preocupación, e intranquilidad sólo cuando estaba solo. Pero Helena no se lo contó a su marido, quería resolverlo sola.
En una noche de lluvia, Helena ordenaba los platos en la cocina. Al tener un piso muy grande con paredes muy finas, ella podía oír los sonidos muy bien desde toda la parte de la casa. Esto le gustaba mucho porque esto la hacía controlar todo lo que pasaba enla casa. Sin embargo, en esta vez, ella escuchó algo diferente. Alguien estaba respirando intensamente, pero al parecer esta persona no quería que nadie lo escuchara. La voz se difundía desde un pasillo oscuro. Ella la siguió y esperó un período de tiempo. Helena se sentía fría. Andaba muy despacio para acercarse a la voz y caminaba de una manera muy ligera. La luz del baño estaba tenue, por esoestaba segura que el sonido venía de allí. Para saber de quién era la voz desconocida, ella miró al cristal de cuarto que cuelga en la pared en frente del baño. Vio una persona que abría muy grande su boca con una expresión muy asustada y a la vez sorprendida. Poco a poco abría más grande la boca como si quisiera comerse a sigo mismo a través del espejo. En el próximo segundo, la persona de repentese cayó en el suelo y se desmayó.
-¡Niño!- Helena corrió para abrazarlo.
El cuerpo pequeño de ocho años tenía calambres. Ella vio su expresión y era una expresión que Anibal nunca antes había hecho. Su corazón palpitaba con prisa pensando en que no era un asunto que los médicos podían resolver. Ella puso a su hijo en la cama y después pensó por varias horas hasta que Jorge volvió de su...