Sex and the city 2

Sex and the city 2

Cuando fui al cine a ver la secuela de Sex and the city, me obligué a bajar mis expectativas a un nivel que me permitiera no decepcionarme si me encontraba con bazofia. Miexperiencia de la primera parte termina en injurias rumbo al estacionamiento del cine. Saltar de una serie exitosa que reclutó millones de fans en todo el mundo por saber hilar el amor por la moda y loszapatos con temas como la amistad o la búsqueda de la independencia, en un rollo, que dentro de todo lo frívolo que pudiera ser, no dejaba de ser una bandera de la lucha feminista, siempre conllevariesgos. La crítica se abalanzó contra la segunda parte y en todas las cosas que leí sobre la película empezaban con el adjetivo  “aburrido”. Parece que las cuatro de Manhattan no lograron convencer a laaudiencia esta vez, ni con todo el photoshop y los esfuerzos de la iluminación para hacerlas lucir tan atractivas como antes. Eso queda de manifiesto en los afiches que llegaron a los cines o inclusoen los trailers que vi por internet, toda esa ropa y zapatos por los que muchas matarían no lograron maquillar la evidente historia premenopausica que yace bajo la superficie.
Yo creo que esadesesperación por aferrarse a los últimos rescoldos de lo que fueron sus maravillosos treintas,  que las hizo actuar y vestirse sobremanera ridículas  ya es bastante evidente en la primer película o por lomenos ya se veía venir. Pero nadie dijo nada, todo mundo quedó fascinado con el desenlace de Big y Carrie, tanto, que pasaron por alto ese detallito de que las cuatro amigas eran ya o estaban porconvertirse en una triste caricatura de sí mismas.
También leí que la gente, o al menos la crítica estaba muy decepcionada de la trama de la nueva entrega: “…muestra las protagonistas centradas en suspreocupaciones laborales o familiares, de las que consiguen escapar gracias a un viaje que emprenden juntas a Abu Dabi, donde les esperan múltiples sorpresas, rodeadas de megalujo.” Lo curioso es que...