Sexismo lingüístico

Introducción.
Se han planteado numerosos debates en función al uso políticamente correcto de la lengua en los cuales se mencionan diversos aspectos y problemáticas como grupos que padecen subordinación socio-cultural por razones de género, raza, etnia u orientación sexual. En este trabajo abordaremos el debate en torno al uso del mismo respecto del sexismo lingüístico, es decir, al género.¿Existe el sexismo lingüístico?, ¿Qué se hay que hacer al respecto?, ¿Se puede pensar al sexismo lingüístico como discriminar en el uso del idioma, es decir, hablado o escrito, a la mujer por pertenecer a un sexo considerado tradicionalmente inferior?
Emprenderemos este análisis exponiendo las posturas de los autores, Ignacio Bosque, miembro de la Real Academia Española y catedrático de la lenguaEspañola de la Universidad Complutense de Madrid (2012), y June Fernández, Licenciada en Periodismo, en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de Leioa (2012), como referentes de los dos extremos del debate, en primer lugar. En segundo, presentar nuestra propia hipótesis. Y finalmente llegaremos a una conclusión.






Posturas encontradas.
Ignacio Bosque en su trabajo “Sexismolingüístico y visibilidad de la mujer”, mediante el análisis de las diferentes guías sobre un lenguaje no sexista, reconoce que existe la discriminación hacia la mujer en la sociedad, pero no así a la lengua como sexista, ya que, no ve el uso del masculino genérico, como un acto sexista del lenguaje, puesto que este ya está familiarizado en el sistema gramático español y hay muchas mujeres que losienten extensivo y no discriminador.
Plantea que la invisibilización de la mujer por el uso excesivo del genérico masculino es limitada por las herramientas del lenguaje, y que las propuestas de las guías para el uso no sexista del lenguaje son un entorpecimiento a la expresión normal. A la vez, plantea que la idea de formular cambios en el lenguaje, como el desdoblamiento o el uso de lasarrobas, es casi imposible porque esto, como afirma Saussure, no es algo intencional de un grupo, sino que se da con el transcurso del tiempo, es decir con la diacronía, a lo largo de la historia del lenguaje.
Además sostiene que estas guías no pueden ser tomadas en serio como herramientas para el cambio del lenguaje, ya que no participan entre sus miembros ningún lingüista, salvo excepciones, y quedejan librado a la sociedad y en especial a las mujeres el determinar si hay o no sexismo en la lengua y cómo actuar al respecto.
En antítesis con lo dicho, June Fernández, si bien concuerda con Bosque en que las sugerencias de cambio de las guías son poco plausibles, sostiene que esto no es un obstáculo para considerar preocupante el androcentrismo del lenguaje, que es la práctica, consciente ono, de otorgar a los hombres o al punto de vista masculino una posición central en el mismo, o el sentimiento de inclusión de las mujeres en el genérico masculino.
La autora sustenta que el lenguaje es utilizado de ese modo, porque su origen fue en tiempos donde la mujer era socialmente oprimida. Además ella cree en la necesidad de un cambio en el lenguaje y sostiene que Bosque no ofreceninguna solución a ello, pues no lo ve como una desigualdad estructural del lenguaje. La idea de cambio de la autora, puede relacionarse con la glotopolítica, entendida como:
El estudio de las intervenciones en el espacio público del lenguaje y de las ideologías lingüísticas que ellas activan, asociándolas con posiciones sociales e indagando en los modos en que participan en la instauración,reproducción o transformación de entidades políticas, relaciones sociales y estructuras de poder tanto en el ámbito local o nacional como regional o planetario. Este campo de estudio comporta una dimensión aplicada, un hacer experto, el “planeamiento lingüístico”, tendiente a incidir en el espacio social del lenguaje respondiendo a distintas demandas y convocando la participación de las instancias...