Sexismo

No todos somos aptos para trabajar.

El sexismo es una enfermedad de transmisión social.
Antonio Hernández

¿Alguna vez le ha incomodado el color de piel de las personas? ¿Su forma de
expresarse o sus preferencias sexuales? ¿Su lugar de procedencia o aspecto físico? Si
usted, querido amigo, ha sentido fastidio o desagrado, déjeme decirle que es un
discriminador. A causa de los medios decomunicación, las marginaciones se han
vuelto tan comunes en nuestra época, a tal punto que ya las asumimos y,
lastimosamente ya las aceptamos o en el peor de los casos, las justificamos, y el ámbito
laboral no está exento de estas segregaciones, los trabajos son sexistas.

Aunque millones de personas aseguren que jamás han cometido actos discriminatorios
hacia alguna persona de su mismo sexo —o delcontrario— no es nada raro ir por la
calle y escuchar u observar algunas acciones de esta clase; pero, ¿por qué en pleno
2015 donde se supone que la evolución ha logrado hacernos progresar se siguen viendo
estas actitudes? Sin notarlo, nos estamos convirtiendo en cómplices de estos hechos,
no obstante, detrás de estos sucesos hay intereses que benefician a determinando
gremio, también las costumbres ylas crianza van ligadas a estos comportamientos e
incluso la misma academia es partícipe.

Uno de los sucesos más complicados con los que tuve que lidiar cuando inicié mi
carrera como ingeniera electrónica fue, sin duda, las miradas despectivas de mis
docentes. Un profesor de cálculo I (UIS, 2013) aseguró que las mujeres escogen alguna
ingeniería con el único propósito de conseguir marido y si almenos logran salir, nunca

tendrán las mismas posibilidades que los hombres; se supone que en la universidad, si
bien nos forman para ser profesionales, también nos preparan para enfrentarnos al
ámbito laboral, si los mismos docentes son sexistas ¿cómo queremos pretender que
nuestro ambiente de trabajo no lo sea? Será inminente

que cuando estemos

desarrollando nuestra profesión mostremos estasactitudes discriminatorias.

Sin embargo, estas mentalidades empiezan a desarrollarse desde la primera infancia,
los juegos de los niños son bases para su formación. La universidad de Nueva York,
publicó un artículo que dice “los juguetes de los niños y la cultura popular no solo
venden deseos y conductas de consumidores, sino discursos culturales, significados y
valores” (Kline, 1994) Estosobjetos con los que ellos se entretienen son pilares para
su personalidad, si desde pequeños les hacemos creer que exclusivamente tienen que
jugar con carritos —para los niños— o bebés y cocinas —para las niñas—, les estamos
inculcando que estos son roles específicos en el hogar, desde aquí les imbuimos
actitudes sexistas que se verán reflejadas en su adultez.

Ahora bien, estos niños ya son adultos enbúsqueda de empleo y aquí es donde la
Corporación Financiera Internacional nos dice que “incorporar a más mujeres a las
empresas ayudaría, sin duda, a proteger sus derechos, al tiempo que es un buen
negocio” (Schaefer, 2015) y las empresas colombianas aprovechan muy bien este
estudio pues en nuestro país, las compañías generan menos impuestos si contratan a
mujeres que pertenecen a los gruposvulnerables (madres cabezas de familia,
desplazadas). Los economistas aprovechan el costo de oportunidad** para favorecer su
bienestar económico, dejando a los hombres es una clara desventaja ante estas mujeres.

**

El costo de oportunidad se refiere a que la empresa, sacrifica alguna conveniencia

con el único fin de obtener otro beneficio que lo favorece monetariamente.

Dejando atrás el asuntofinanciero, del que quizás pocos tenían conocimiento, pasemos
a un contexto conocido por todos: nuestra sociedad machista. “Las diferencias
naturales marcadas por la fisiología y la anatomía femenina y masculina han sido
distorsionadas y dado lugar a discriminaciones sociales que perjudican, marginan y
oprimen a la mujer” (Jaúregui, 1992) El machismo nos sigue encasillando tanto a
hombres como a...