Sexo como droga
Aunque el sexo no puede ser comparado con las drogas en cuanto que no es una sustancia sino una función fisiológica, por alguno de los efectos que procura al organismo se podría asemejar al bienestar y dependencia que los fármacos favorecen. El punto de partida común a todas las materia o actividades que producen bienestar está en las alteraciones receptivas del sistemanervioso, que generan sensaciones de satisfacción que se proyectan sobre la totalidad del individuo o persona.
Existen satisfacciones o sensaciones de placer locales u orgánicas, que afectan a determinadas partes del cuerpo, pero es conveniente reservar el término de bienestar para las sensaciones globales que de algún modo se pueden considerar con influjo sobre la personalidad.
Cuando se ejercitavoluntariamente la actividad sexual, lo habitual es que el objetivo de la relación no sea el disipar mediante los actos propios una tensión orgánica, sino procurarse las sensaciones que culminan el proceso de la excitación orgánica. El grado de sensibilización sexual es muy distinto de unas especies a otras, constituyendo en las personas la relación un acto comunicativo, pues la complementaciónentre las partes corresponde a seres dotados de actividad mental que perciben el grado de bienestar no sólo en cuanto las sensaciones propias sino también en las causadas a la pareja, porque como cualquier otro acto humano la conciencia juzga al acierto respecto al bien, último fin del obrar humano. El bienestar, por tanto, de la persona por su dinámica sexual dependerá del valor moral de que laperfección del acto se logre como satisfacción hacia la pareja. De aquí la denominación de hacer el amor con que se nombra a las relaciones sexuales afectivas.
Las drogas tienen en común con la relación sexual el que el bienestar que generan en razón de sus efectos estimulantes y alucinógenos compete a toda la persona, porque inhieren sus efectos sobre el núcleo del sistema nervioso. Una droga secalifica como tal por su capacidad de influjo global sobre la actividad cerebral para simular recepciones sensibles altamente positivas. El bienestar se sigue no de una actividad intelectualmente dominada, sino de la ilusión de quebranto de una voluntariedad insatisfecha. De alguna manera, el efecto de la drogadicción suplanta la propia y real personalidad por una ilusión impersonal que sedesvanece al tiempo que se extingue la acción del fármaco.
Sexo y droga, así analizados, se oponen esencialmente como lo que realiza y destruye la personalidad, lo que no obstante alumbra algún aspecto común, como puede ser el grado de dependencia que una y otra actividad generan sobre los individuos. Una característica de la droga es la creciente adición que crea con su consumo, y que es doble: 1ºPorque se desea el placer del bienestar que da y que sin su consumo se hecha en falta. 2º Porque su acción química sobre el metabolismo celular origina que cuando falta se produzcan alteraciones que perturban el normal proceso nervioso, causando un síndrome de abstinencia de variable consideración. Respecto a la dependencia que constituye la actividad sexual en el hombre y en la mujer habría queencuadrarle entre los hábitos que condicionan su personalidad. Siguiendo a la naturaleza del apetito orgánico, la voluntad estará más o menos condicionada por el hábito para el requerimiento de la satisfacción, lo que presenta tres vertientes contrapuestas y que a veces se confunden en el análisis: Existe la demanda del bienestar experimentado, existe el requerimiento por la insatisfacióncircunstancial y existe la dependencia por una permanente insatisfacción.
Respecto a la demanda como consecuencia del bienestar experimentado es la consecuencia lógica de los hábitos positivos que radican en la personalidad y que se quieren en cuanto que conocidos como intrínsecamente buenos constitutivos del bienestar estable que denominamos felicidad. No sólo responde a que se satisface con apetito...
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