Sexo y capitalismo

El capitalismo es en rigor una cultura de la pornografía, es la cultura del orgullo fálico por excelencia. No hay espacio económico que no esté invadido por el desprecio a la mujer. El ejemplo másevidente de esta violencia civilizada es la metrópoli contemporánea. Siguiendo el concepto de zombi, saca a la luz lo que debería estar oculto por la naturaleza y se exhibe con orgullo -y cada vez más-en la arquitectura fálica del rascacielos. No hay ciudad contemporánea que se precie sin un buen falo y todas ellas compiten a ver quien tiene el miembro más grande. Es normal el trauma colectivo quesignifico el 11 de Septiembre. Una castración brutal realizada por el enemigo secular, tan patriarcal como nosotros. Lo cierto es que la pornografía es consustancial y tan antigua como el mismopatriarcado porque la represión es intrínseco al régimen sexual de padre dominante y severo. La escapada pornográfica es incontenible. En la Atenas democrática trataban de controlarla con fiestasreligiosas en las que sacaban falos en procesiones. Aún se hacen hoy en día en Japón. Pero el culto dionisiaco no tardaría en degenerar en pura orgía. La Roma puritana trató de prohibirla, pero la aristocraciano podía ceder al embrujo de la perversión tan fácilmente, rendidos al arte de amar de Ovidio, tan pornográfica como las obras del Marqués de Sade. Esa es la función positiva de la pornografía, serun puñetazo a la moral puritana y represora, la que en las horas ocultas se regodea en abusos sexuales contra el más débil o mortificaciones masoquistas. Pregunten en el Vaticano. La pornografía poneen evidencia lo que debería ser admitido con normalidad, que somos sexuales, que nos gusta disfrutar del cuerpo. Pero si aspiramos a una sociedad emancipada y sexualmente liberada, donde no hay lugaral trabajo enajenado, donde nadie trabaje más que para si mismo y el bien colectivo, no debería quedar tampoco ningún lugar para que alguien tuviese que exhibir lo que debería estar oculto, como dice...