sexualidad barrán


Luego de leído y analizado el Capítulo III, La sexualidad negada y omnipresente, del segundo tomo del libro “Historia de la sensibilidad en el Uruguay” – J. P. Barrán 1967, se podría afirmar que aligual que en los ejemplos ahí propuestos, la cultura uruguaya se ve regida hoy en día por una amplia gama de mitos, tabúes y prejuicios. Estos han sido generados por agentes represores como forma dejustificar el excesivo control y persecución del ejercicio de la sexualidad.
La sexualidad en el Siglo XIX y principios del XX era concebida desde una perspectiva católica, y por ende patriarcal,machista, reproductivista, heterocéntrica. Era entendida sobre todo como “impura”, “inmoral”, “obscena”.
El motor impulsivo de esta lógica habría sido la Iglesia Católica, que desde su concepción harestringido el ejercicio de la sexualidad, lo que lleva aparejado también el ocultamiento de la misma.
En su afán por lograr “el triunfo de la pureza” (pág. 137) se vieron en la necesidad de reprimirlos “placeres de la carne” (pág. 137) vinculándose así con agentes de control como lo es la policía, y también agentes dentro de la propia Iglesia. Si bien esto evidencia el vínculo ya existente entreorganismos políticos e Iglesia, éstos no fueron suficientes para ejercer tal represión.
Será la medicina quién, por su carácter “científico”, obtenga la potestad del saber absoluto y no cuestionable.Para controlar los “excesos” de los jóvenes en materia de sexualidad, se realizaban publicaciones con el fin de atemorizar la juventud, y en última instancia prevenir de contraer enfermedadesvenéreas, con síntomas excesivamente absurdos, por cierto.
Es ahí donde el autor expone que las enfermedades eran cuidadosamente programadas y divulgadas para evitar la mezcla de sexos, tanto en la vidacotidiana, como hasta en eventuales ocasiones (ejemplo: consultas médicas). En cuanto a la vida cotidiana, la fragmentación llegó a materializarse en la implementación de baños para mujeres y hombres...