Sexualidad En Adolescencia
L. Mitjans Lafont
Médico, Sexólogo.
Unitat de Salut Sexual i Reproductiva, S. Promoció de la Salut.
La activación del sistema funcional
formado por el eje hipotálamo-hipofisario-
gonadal (ovárico y testicular) y la
subsiguiente cascada de procesos de
cambio madurativo que se producen en
una época del desarrollo vital de las niñas
y niños reflejan sin lugar adudas los
aspectos filogenéticos del mantenimiento
de la especie a través de la procreación
sexuada y los aspectos ontogenéticos
de la diferenciación sexual en la
especie humana.
Los cambios puberales (cambios somato-
psíquicos), esencialmente dimórficos
en cuanto a caracteres sexuales secundarios,
provocan una realidad social
radical: la capacidad de ser fértiles va a
unir y a separardefinitivamente a los
sexos.
Esta capacidad para procrear tiene, como
hemos señalado, unas implicaciones
sociales de vital importancia. Este nuevo
estatus implica la asignación de toda una
cascada de prerrogativas y demandas
que va a situar a las niñas y a los niños
de manera inequívoca en una de las dos
nuevas situaciones posibles: ser una mujer
o ser un hombre. Habitualmente este
esun proceso identificatorio sin demasiada
discontinuidad entre la identidad
infantil y la nueva, las niñas construyen
mujeres y los niños varones.
Esta imagen de continuidad no debe
engañarnos sobre el potencial de conflicto
que genera este período vital, tanto
a nivel vivencial del sujeto como del
entorno que lo enmarca.
La adolescencia, como período vital y
social, se puede referenciarcomo un
período de “reindividuación sexual”, en
el que dominan unos cambios guía: pasar
de un cuerpo de niña/o a un cuerpo
de mujer/varón; transformar una identidad
infantil en una identidad adolescente;
sustituir el núcleo fusional familiar
por el núcleo fusional externo; el deseo
sexual, como investimiento erótico del
“otro”, se convertirá en el motor vivencial
que con más fuerzaorganizará el
mundo de los afectos y sentimientos.
Mitjans Lafont L. Sexualidad y adolescencia
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Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. VII, Suplemento 1, 2005
Los cuerpos y las identidades
Decíamos que el primer mandato que
deben cumplir los adolescentes será
convertirse, casi de la noche a la mañana,
en mujeres y hombres.
Sí hay un rasgo estructural que se repite
en todas lassociedades humanas:
adjudicar de manera diferencial e inequívoca
formas, funciones, pensamientos,
expectativas, apetencias, predisposiciones
e incluso derechos a cada sexo
con el objetivo de clarificar en la organización
social la distinción entre varón y
mujer. Constituyéndose ambos sexos de
esta forma como polos opuestos, antagonizándose
de forma artificial lo que
tal vez sólo sea unacuestión de matices.
Parece evidente que los sexos tienen
diferencias entre sí, pero esto no significa
que sean diferentes, es fácil comprobar
que las similitudes son más que las
diferencias.
Es éste, la construcción social de los
sexos, un proceso que funciona desde el
nacimiento del individuo como una estructura
de complementariedad; ambos
sexos se construyen en registros paralelos
en los queexisten algunas convergencias
entre ambos pero, sobre todo,
muchos opuestos. La asignación de pertenencia
a un sexo o al otro será automática
e inequívoca en la primera infancia
en base a tener un cuerpo con genitales
externos más o menos conformados
como hembra o como macho de la
especie. Nadie pone en duda en esos
momentos la bondad y la exclusividad
de la asignación en base a esavulva y a
ese pene. ¡Es una niña! o ¡es un niño!
Coincidiendo con el inicio del proceso
de socialización temprano, que también
inicia la época llamada como 2.ª infancia,
en la que el grado de individuación,
por lo tanto de autonomía, ya permite
claramente significar singularidades, esta
asignación empieza a ser más exigente.
La presión, ejercida a través de la familia
y del grupo, va...
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