señora bantry

Páginas: 20 (4919 palabras) Publicado: 4 de abril de 2013
CAPÍTULO IX
La señora Bantry iba acompañada de Adelaida Jefferson. La primerase acercó a sir Enrique y exclamó:—¿Usted?—Yo, en persona —tomó las dos manos de la dama y las oprimió concordialidad—. No sabe usted lo mucho que siento todo esto, señora B.La señora Bantry dijo automáticamente:
—¡No me llame señora B!
Y prosiguió:—Arturo no está aquí. Está tomando las cosas muy en serio. LaseñoritaMarple y yo hemos venido aquí a hacer de sabuesos.¿Conoce a la señora Jefferson?—Sí, naturalmente.Le estrechó la mano. Adelaida preguntó:—¿Ha visto a mi suegro?—Sí.—Me alegro. Nos inspira gran ansiedad. Fue un rudo golpe para él.Dijo la señora Bantry:—Salgamos a la terraza, bebamos algo y discutamos el asunto.Salieron los cuatro y se reunieron con Marcos Gaskell, que estaba aun extremo de laterraza.Tras unos cuantos comentarios sueltos, y después que les hubieronservido de beber, la señora Bantry se lanzó derecha al asunto con suacostumbrado celo.—Podemos hablar de ello, ¿eh? —dijo—. Quiero decir... todos somosviejos amigos... menos la señorita Marple, y ella conoce ya todo lorelacionado con el crimen. Y quiere ayudar.Marcos Gaskell miró a la anciana algo inquieto. Dijo,dubitativo:—¿Ah... escribe usted... novelas policíacas?Sabia que la gente de quien menos lo hubiera uno supuesto escribíanovelas policíacas. Y la señorita Marple, con su vestido de solteronaanticuada, parecía cualquier cosa menos una novelista de ese género.—Oh, no... no soy lo bastante inteligente para eso.—Es maravilloso —aseguró la señora Bantry, impaciente—. Ahora nopuedo pararme a dar explicaciones; pero lo esAdi, quiero saberlotodo. ¿Cómo era esa muchacha en realidad?—Verá...Adelaida Jefferson hizo una pausa, miró a Marcos y medio rió. Dijo:—Preguntas las cosas tan... a quemarropa...—¿Le era a usted simpática?—No, claro que no.—¿Cómo era en realidad? —inquirió la señora Bantry, dirigiendo supregunta a Gaskell esta vez.Marcos dijo deliberadamente:—Una vulgar sacacuartos. Y se sabía el papel. Le teníaechado elgancho a Jeff.Sir Enrique pensó, mirando a Marcos con acritud:"¡Qué hombre más indiscreto! No debiera hablar tan claro."Nunca había mirado con aprobación a Marcos Gaskell. Era atractivo,pero no podía uno fiarse de él... hablaba demasiado, y era a veces jactancioso... No; no podía uno fiarse del todo de él, pensó sirEnrique. A veces se había preguntado si no opinaría Conway lomismo.—Pero,¿no podían ustedes haber hecho algo? —exigió la señoraBantry.Marcos respondió con sequedad:—Tal vez... si nos hubiéramos dado cuenta a tiempo. Tal vez...Le dirigió una mirada a Adelaida y ésta se ruborizó levemente. Habíahabido reproche en su mirada.—Marcos cree que yo debiera haberme dado cuenta de lo que iba apasar.—Dejabas al viejo demasiado tiempo, Adi. Con tus lecciones de tenisy todoeso.—Algún ejercicio tenía que hacer —contestó ella—. Sea como fuere, jamás soñé...—No —dijo Marcos—; ninguno de los dos lo soñamos jamás. Jeff hasido siempre un hombre tan sensato y tan equilibrado.La señorita Marple aportó su contribución.—Los caballeros —dijo, con su costumbre de solterona de hablar delsexo opuesto como si se tratara de una especie de animales salvajes— son con frecuencia menosequilibrados de lo que parecen.—Estoy de acuerdo con usted —dijo Marcos—. Por desgracia, señoritaMarple, no nos dimos cuenta de eso. No acabábamos de comprenderqué era lo que el viejo encontraba en aquella meretriz insípida yfullera. Pero nos complacía que se sintiera feliz y estuviese distraído.Creíamos que no había mal en ello. ¡Que no había mal! ¡Lástima queno le hubiese retorcido yo el cuello!—¡Marcos—bufó Adi—, has de tener más cuidado con lo que dices!—Supongo que sí. De lo contrario, la gente va a creer que le retorcí elcuello de verdad. Bueno, supongo que se sospecha de mí de todasformas. Si alguien tenía interés alguno en ver muerta a esamuchacha, ese alguien éramos Adi y yo.—¡Marcos! —exclamó la señora Jefferson, medio riendo, medioenfadada—. ¡Por favor!—Bueno, bueno... —dijo...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Señor
  • Señor
  • Señor
  • Señor
  • Señor
  • Señor
  • Señora
  • Señor

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS