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shalalalalala podjknsu qdfhkdc hqwedbjhdcf jqwdkqns.aj asdcbhkifcswn bcfnagfedydkbqqYWF C,YTDSE9UOCon el paso del tiempo, las grandes expectativas han cedido el paso a un importante grado defrustración. El retorno del crecimiento económico en el período 1990-1997, aunque moderado para los patrones históricos de América Latina antes de la crisis de la deuda, dio lugar a evaluaciones positivas delas reformas pero la nueva "media década perdida" que atravesó la región en
1998-2002 puso en entredicho estas evaluaciones. Diez años o más después de haberse iniciado el proceso de reformas, esevidente que la nueva estrategia de desarrollo ha logrado impartir dinamismo a las exportaciones, atraer inversión extranjera directa (IED) y aumentar la productividad en empresas y sectores líderes. Enla mayoría de los países se logró controlar las tendencias inflacionarias y crear una mayor confianza en las autoridades macroeconómicas (incluidos los bancos centrales independientes). La oleada dedemocratización se reflejó en aumentos del gasto público social, y se introdujeron innovaciones en la forma de aplicar la política social, con resultados ambivalentes en este caso. Paralelamente,aunque sin una relación directa con los procesos de reforma, se lograron avances en los programas de desarrollo sostenible y equidad de género.

El empeño para reducir la pobreza ha tenido resultadosdiversos a lo largo y ancho de la región. En algunos países entre los cuales se destaca Venezuela, las tasas de pobreza siguen siendo superiores a las de 1990 y en un grupo aún más numeroso no se hanrecuperado los niveles prevalecientes antes de la crisis de la deuda. El determinante más importante de esta evolución ha sido el crecimiento económico. Sin embargo, hay grandes diferencias en el efectoque tuvo el crecimiento económico sobre la reducción de la pobreza en los distintos países de la región.
Chile, que en la década de 1990 fue el país que experimentó el crecimiento económico más...