shalala
Para el mexicano, ya no tiene secreto el disfraz, el arte de disimularse a los demás y a sí mismo. En su libro El laberinto de la soledad, Octavio Paz escribe queel mexicano percibe la vida como ‘una posibilidad de chingar o de ser chingado’ (Paz 215-216). Pero ¿quiénes son aquellos hombres con máscara que quieren tomarle la máscara al otro,guardando siempre la suya? Hombres que prefieren ser ninguno, a ser alguien. Hombres que tienen el calendario más lleno de fiestas, a pesar de su pobreza.
Se habla del mexicano como un ser fácilde identificar fuera de su país, debido a su exageración al momento de socializar y al tratar de integrarse en una sociedad que no es la suya, se siente mexicano hasta el momento de cruzarla frontera tratando de camuflarse en otra sociedad, escondiéndose de sí mismo buscando su verdadero yo, su identidad.
Siempre fiel a su cultura, el mexicano busca cualquier pretextopara festejar; siempre tiene ganas de fiesta, incluso festejando a la muerte como un acto de perseverancia al querer hacer fiesta hasta en los momentos más críticos o difíciles.
Siemprese encentra en una búsqueda por descubrir su identidad, Paz lo escribe muy claro en los distintos capítulos, hablando acerca de que el mexicano desde que nace busca su identidad por lo quese siente solo y busca maneras de olvidar su soledad, es otra razón más por la cual el mexicano se caracteriza por siempre estar alegre, siempre hacer fiesta, burlarse de los problemas a losque se enfrenta, etc.
En conclusión, el mexicano es un ser cerrado en sí mismo, en su soledad, que sólo se abre en las incalculables fiestas que celebra. Y la mexicana, en ese mundo dehombres, tiene un lugar predeterminado que le da poca libertad de ser ella misma. El mexicano es, de verdad, distinto, y de verdad, está solo (Paz 154). Pero ¿no lo somos todos?
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