Show Continuado

La vida es un show de Tv: recuerdos en vivo y a todo color

La vida siempre es peligrosa.
Si no sabes defenderte te pisotean.
Si no tienes plata te mueres de hambre (Cornejo, 1988).

Se encienden las luces y con esto también, los personajes en el escenario: unabailarina de toples que quiere ser actriz; un vago que anhela ser cantante y un narcotraficante que sueña con ser jefe de la mafia. El show nos mostrará la búsqueda frenética de riqueza, de reconocimiento, de placer, del pasado nostálgico. Lo tragicómico de la vida se observa en la dicotomía amor y odio, que mueven la escena entre la destrucción y la vida.

El narrador con una crudezadescriptiva impresionante, nos muestra lo tragicómico de la vida, que se observa en la dicotomía amor y odio, factores que mueven la escena entre la destrucción y la vida. Es esa voz intraliteraria las que nos encamina en esta historia segmentada entre la literatura nacional del margen en el marco de la década del 80.

Luis Cornejo Gamboa nació en Santiago en 1925, en el seno de una familia deescasos recursos. Su padre se dedicaba a la instalación de baldosas y a trabajos de albañilería. Es en ese contexto, tal vez, donde comienza a codearse con este mundo de miseria y exclusión. Él prosigue la labor de su progenitor a los trece años. Después de eso, la historia ya es conocida: autoediciones, textos crudos, vivencias sin tapujos llevadas a cada uno de sus textos, y de manera especial, eneste Show Continuado.

El Show continuado es una novela donde los personajes marginales se desenvuelven en la frontera de la dignidad, como en el Afro, donde las piscolas de mala muerte hacen que hasta el más tímido y harapiento ser humano, se convierta en el más fiero galán y las luces, despiertan a las hembras súper gozadoras: la paradoja de la dulce espera de la doncella por su príncipeazul. Esa espera era atenuada con bruscos manoseos, alejados del romance idílico, que debían soportar con tal de sacar un trago a los clientes.

Es entonces, cuando nuestros artistas entran a escena: el Ñato Pérez y su rostro amargo; el Tuerto Ramírez y sus videojuegos; Juan y su revólver; Olga, la puta artista; Chute Triste o el Pata’e Lana; un tal Señor Okey, maldito príncipe terrenal.El Ñato, narco de dudosa monta, recorrerá un callejón tras Olga, la puta triste, que lo llevará a su fin, en manos de sicarios de mala muerte, que lo hieren, pero no acaban con su vida. Olga debe encaminarlo a ese ataque, si no lo hace, la cuchilla pasará también por su rostro, dejando, sin duda, marcas imborrables en él. Una artista no puede alejarse de la canónica belleza perfecta:“Tus matones saltaron sobre él y lo cosieron a tajos… Uno lo clavó por la espalda y el otro por la guata…” (Cornejo, 24)

Y aparece Lucho, hombre que ya lleva medio siglo de vida, vanidoso, coqueto, nostálgico, arreglando su peluca obsesivamente como si tapar su calvicie pudiese aniquilar también la miseria que lo consumía: “Tú no tienes la culpa linda peluca. El tonto soy yo” (Cornejo, 15) osi tal vez, ella fuese capaz de hacerlo retornar a los eventuales encuentros con muchachas que deslizaban sus dedos por los litros de brillantina.

El escenario propicio para el show continuado, va desde el antigua Rosedal, el Afro, Lady Mary casa de masajes, la Plaza de Armas, el antigua almacén habilitado ahora como habitación (miserable, pero habitación al fin y al cabo), o aquelparticular espacio que se generaba en el Mercedes Benz de Mister Okey, que le otorgaba una estampa principesca. Existen, en estos contextos tradiciones culturales implícitas, que reflejarán de una u otra manera, el ser humano en toda su esencia.

Ningún artista será digno de pisar estos escenarios si no viste como los grandes: de punta en blanco, por ejemplo, Juan y su anudada corbata que...