Si adam smith viviera
El presente trabajo representa un esfuerzo por entender la realidad económica actual con la mayor objetividad posible y sin ningún apasionamiento. Para todo economista académico es conocido que la doctrina de Adam Smith representa una parada necesaria en todo análisis económico serio, y hoy mucho más, pues, los actuales problemas económicos están queriendo ser enfrentados con el paradigma liberal, lo que corresponde es estudiar a Adam Smith para evaluar si estamos ajustándonos a los principios que emanan de su interpretación de la economía y con ello analizar lo que hoy se hace. (1) El trabajo considera que los grandes aportes de A. Smith ayudan al entendimiento de lo que está pasando en la actualidad, a pesar que hoy, quienes dicen estar bajo los principios de la escuela de pensamiento clásico, no siguen lo que esta doctrina pregona. Surgen, por supuesto, muchos interrogantes:
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¿El liberalismo de los siglos XX y XXI es igual al liberalismo de los tiempos de Smith? ¿Podemos aplicar los mismos instrumentos de política para enfrentar los problemas actuales, que los que se utilizaron en tiempos de Smith? ¿Los que hoy pregonan seguir su doctrina estarán ajustándose a sus principios?
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Estamos en épocas de Globalización, de un gran impulso a los Tratados de Libre Comercio, de búsquedas de libertades casi en todos los ámbitos de la vida (sino en todos), pero sin embargo, si hurgamos un poco más, saliendo del análisis superficial a lo que nos quieren acostumbrar algunos economistas actuales, se observará que lo que se pregona está muy alejado de la realidad; si A. Smith viviera estuviera iracundo frente a lo que sucede con el manejo de sus planteamientos y especialmente con su filosofía. Es válido, entonces afirmar: “En tiempos de globalización los ricos cierran los mercados a los productos de los países pobres que potencialmente tienen ventajas comparativas. La riqueza no llegará nunca a nuestros países, si se maquillan los tratados de libre comercio, con las millonarias subvenciones. Por ello no es herejía, preguntarse, si de verdad la “mano invisible” funciona o no es visible, porque sólo es una ilusión. No se puede propagar la doctrina del libre mercado, fuera de las fronteras, cuando se rescata a las empresas y suben los subsidios a la agricultura doméstica. Se hace la guerra para cautivar mercados de materias primas estratégicos. De esa manera la mundialización es una partida desigual, una fábrica de pobreza y; un boleto directo al infierno, donde los países ricos escriben las leyes, para que sean cumplidas por los países pobres.” (2)No hay necesidad de ser partidario del liberalismo para entrar en este debate, el reivindicar a Adam Smith es un deber de todo buen economista que busca ser objetivo y científico en sus análisis. Adam Smith está muy por encima de consideraciones ajenas a lo científico. Uno de sus más grandes estudiosos y traductor al alemán de la obra cumbre de Adam Smith “La Riqueza de las Naciones”; Horst Claus Recktenwald, escribía: “Nadie puede osar hablar de economía con cierta autoridad, realizar sentencias económicas, estudiar las ciencias económicas, investigarla o querer enseñar, sin conocer la Riqueza de las Naciones”.(3) Muchos economistas (Premios Nóbel entre ellos) afirman que “La Riqueza de las Naciones” es la Biblia de las Ciencias Económicas, está a la altura de “El Origen de las Especies” de Charles Darwin para las Ciencias Naturales, considero que no están alejados de la verdad al afirmarlo.
ADAM SMITH ES ANTE TODO FILÓSOFO
La formación teórica de Adam Smith fue filosófica; la influencia de la Escuela Histórica escocesa (la moral práctica), la de David Hume en Oxford y la de la filosofía natural de los fisiócratas, y ...
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