Si salí atrasado no es culpa del chofer

Si salió atrasado no es culpa del chofer.

Este mensaje acostumbrábamos a leerlo en nuestras antiguas “micros amarillas”, iniciativa que debe haber surgido por los constantes problemas que debían enfrentar a diario los conductores de dicho transporte. Estos problemas se traducían en insultos al chofer, agresiones a la máquina y en ocasiones agresiones físicas también al conductor por el atrasoque sufría la gente en la llegada a sus destinos.
De lo anterior podemos extraer muchos temas, pero quisiera que nos detuviéramos en uno de ellos. Tal es la arraigada costumbre que tenemos de responsabilizar a otros por nuestros actos y la consecuencia de éstos, que aquel mudo mensaje en las micros nos hacía tratar de entender: levántese más temprano; deje preparadas sus cosas en la noche;demórese menos en la ducha o por último no soy responsable de sus problemas personales, no se desquite conmigo (el chofer).
Este comportamiento colectivo es fruto de la conjunción de las percepciones individuales las que han sido reforzadas al activarlas en grupo apoyándose unos a otros.
De esto se desprende que compartimos algo en nuestro modo de ser que nos lleva a actuar de esta forma.
¿Por quéeste comportamiento? ¿Qué nos lleva a tener esta conducta de hacer responsable a otro de nuestras situaciones?
De acuerdo a estudios realizados por J. Rotter, psicólogo social norteamericano, podríamos relacionar esto con el siguiente término “locus de control” que significa lugar de control y atribución. Al respecto nos señala que “la potencia de una conducta dada o un conjunto de conductas queocurren en una situación específica depende de la expectación que tiene el individuo de que la conducta lo llevará a una meta o satisfacción particular, del valor que la satisfacción tiene para él y la relativa fuerza de otras conductas potenciales en la misma situación. Se presume que a menudo el individuo es inconsciente de las metas (o significado) de su conducta y de las esperanzas de alcanzardichas metas”.[1]

En otras palabras el simple hecho de responsabilizar totalmente a un chofer de locomoción por nuestra tardanza hasta nuestros lugares de destino, forma parte de estudios de nuestro aprendizaje social y le da nombre a nuestra conducta.
Tales acontecimientos no pasan desapercibidos y de cualquier modo nos alteran, por esto los estudios sociales no solo buscan causas sino tambiénla forma de reencausar nuestras conductas, las que por lo anteriormente dicho tienen su raíz en nuestro interior.
Usted dirá que estos estudios no resuelven en nada su ira cada mañana pues el Transantiago no es muy distinto a las “micros amarillas” según su suerte. Le propongo que continúe su lectura, pues existen propuestas alentadoras y no se trata de micros más o micros menos, pues no leconducirá a buen destino ninguna locomoción si usted no asume su grado de responsabilidad en esto.
Mi propuesta no es que se conforme y menos que se deprima al ver que fracasa en su intento de realizar sus objetivos porque no puede cambiar el sistema. Vamos, luche, haga lo que debe hacer para llegar a tiempo, pero además póngale colores a su vida. Seligman, psicólogo norteamericano impulsor de laPsicología Positiva nos dice: “las ciencias sociales nos han enseñado que somos víctimas de nuestro entorno, que lo importante no es el individuo quien está en control, sino los factores externos que nos limitan y nos manipulan. Esto es una fórmula perfecta para la depresión”[2]. Sin embargo, este psicólogo no nos deja solamente con esta premisa al borde del abismo puramente patológico, sino quepropone tres formas para lograr vidas felices y en consecuencia evitar la caída hacia un estado que no deseamos y lo presenta de ésta manera en una entrevista al responder a la pregunta: ¿Cuál es su receta para la felicidad? “En realidad tengo tres, que se aplican a tres niveles que llamo la vida placentera, la vida buena y la vida con sentido. Para la primera la receta es llenar la vida de...