sibilia paula el hombre postorganico CAPS 1 y 2
Mutaciones: la crisis del capitalismo
industrial
Nos dirigimos, a una velocidad vertiginosa,
desde la tranquilizadora edad deI hardware
hacia la desconcertante y espectral edad deI
software, en la que el mundo que nos rodea
está cada vez más controlado por circuitos
demasiado pequenos para ser vistos y códigos demasiado complejos para ser completamente entendidos.
MARK DERyl
EIcapitalismo nadá industrial, después de un período
de gestacíón que Karl Marx denominá "acumulacíón
originaria" y que descnbíó con prosa casi líteraria en
El capital. Por eso, los principales emblemas de la
Revolución Industrial son mecánicos: la locomotora,
la máquina a vapor o aquellos telares que los artesanos Iudditas destruyeron violentamente por ccnsiderarlos artefactos demoníacos capaces dearrebatarles
I
Mark Dery, Velocidad de escape, Barcelona, Síruela,
1998, pp. 9-10.
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la manera tradicional de conseguir sustento, transfor-
organizar las tareas a intervalos regulares. A mediados
mando para siempre sus vidas y la histeria del
deI sigla XIV se popularizó la divísíón de las horas y los
mundo.e AI menos en este último sentido, hoy sabe-
minutos en sesenta partes iguales,como punto de refe-
mos qU2 los artesanos ingleses no estaban equivoca-
rencia abstracto para todos los eventos. Así surgieron
dos. Pera quizá la máquina más emblemática del capi-
virtudes como la puntualidad y aberraciones como la
talismo industrial no sea ninguna de ésas, sino otra
"perdida de tiempo". Finalmente, en el sigla
mucho más cotidiana y menos sospechosa: el reloj.
díó algo queahora parece inevitable: el reloj doméstico
XVI
suce-
Ese aparato sencillo y preciso, cuya única función
hizo su aparición. Pero ese encasillamiento geométrico
consiste en marcar mecánicamente el paso deI tiempo,
del tiempo no ocurrió sin violencia: los organismos
simboliza como ningún otro las transformaciones ocu-
humanos tuvieron que sufrir una serie de operacíones
rridas en la sociedadoccidental en su árdua transición
para adaptarse a los nuevos compases.
hacia el industrialismo y su lógica disciplinaria. La hís-
En la novela E/ agente secree, publicada en 1907,
toria del reloj es fascinante: su origen se remonta a los
Joseph Conrad cuenta la historia de un atentado anar-
monasterios de la Edad Media, precursores de las roti-
quista -Inspirado en un hecho real de laépoca, obvia-
nas regulares y ordenadas, donde se practicaba una
mente fracasado- cuyo blanco era un punto muy signifi-
valorización inédita de la disciplina y el trabajo. Recíén
cativo para el nuevo régimen de poder: el Observatorio
en el sigla XIII surgió el primer reloj mecánico, todavia
de Greenwich, en Inglaterra. Precisamente, ellugar del
muy rudimentario. Habrian sido los manjesbenedicti-
planeta elegido para operar como cuartel general de la
nos -según Lewis Mumford, la gran orden trabajadora
organización deI tiempo en husos horanos, que permi-
de la Iglesía Católica- quienes "ayudaron a dar a la
tia la sincronización mundial de las tareas humanas al
empresa humana el Iatído y el ritmo regulares y colec-
servicio del capitalismo industrial. En las páginas de la
tivos dela máquina". 3 Su uso se fue expandiendo más
histeria, las notas ai pie son pródigas en acontecimien-
allá de los muros de los conventos cuando las ciudades
tos curiosos; he aqui otro episodio igualmente sinto-
empezaron a exigir una rotina metódica, junto con la
mático en ese sentido: la primera huelga de Prancia
necesidad de sincronizar todas las acciones humanas y
(una instancia delucha y resistencia típica de la sociedad disciplinaria) fue organizada en 1724 por eI gre-
Christian Ferrer, Mal de ojo: Critica de la violencia técnica, Barcelona, Oetaedro, 2001
3
Lewís Mumford, Técnil:a y dvilización, Madrid, Alianza,
1994, p. 30.
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mio de los relojeros.
En una serie de libras, artículos y conferencias,
Michel Foucault analizó los mecanismos que hacían
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funcionar la...
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