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LOS BICENTENARIOS DE AMÉRICA


El estudio de la historia constituye el mayor estímulo para la afirmación del patriotismo y el medio más efectivo para mostrar a las sucesivas generaciones la calidad, esencia y trayectoria institucional de sus respectivos países.
Y en esta etapabicentenaria hispanoamericana, al evocar aquel instante en que se pudo concretar la emancipación, se interpreta “el presente en función de un pasado y, por consecuencia del ser de ayer se extrae el deber ser de hoy y de mañana”, como bien dijo Manuel García Pelayo.
En estados aún jóvenes como los nuestros, se impone por lo tanto, la lectura ideológica del trascendente mensaje que legaron aquellasaldeas coloniales, al forjar el estilo y perfil de la patria y cuyos vecinos protagonizaron un proceso que fue, como debía ser, irreversible.
Pero para incursionar en el panorama geo-político de Hispanoamérica a comienzos del siglo XIX, es necesario realizar un examen de los hechos que nos proyectaron en una especial dimensión de vida histórica, para así poder evaluar los sucesos de orden político,jurídico e ideológico que permitieron en ese continuo tránsito de lo precedente a lo futuro, asumir una soberanía plena.
En el fascinante mundo emergente de los pensadores del siglo XVIII, nuestra América, nombre carismático con que el jesuita santafereño Hernando Domínguez Camargo cantó a las tierras de este continente desde el río Bravo hasta las planicies patagónicas, se presentó como unárea geopolítica de pueblos con identidad étnica, histórica y cultural que afrontaban problemas comunes con idénticos anhelos.
Y en lo que parecía un mundo aparte, cercado por dilatados mares, surgió un grupo de videntes insignes que constituyeron la brillantísima pléyade llamada con justicia, de los Precursores.
Estos “gallardos adalides de la emancipación, sembradores de una nueva simiente yapóstoles del evangelio de la libertad”, como los califica Daniel Arias Argaez por la concordancia entre sus principios y su praxis política, preludiaron el nacimiento de nuevos estados de derecho.
Constituye un deber recordar a quienes anticiparon con su pensamiento y acción, la formación de naciones y pagaron su tributo al patriotismo, a manos de sus enemigos.
Desfilan así, entre tantos“valientes zapadores de la magna empresa”, el quiteño Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo, el prócer indígena de origen humilde y relevantes condiciones intelectuales. Con su Escuela de la Concordia, resaltó la necesidad de inducir a los americanos a ocupar el lugar que les correspondía puesto que, decía, “cuando se trata de una sociedad, no ha de haber diferencia entre el europeo y el españolamericano”; el jesuita peruano Juan Pablo Viscardo y Guzmán con su “Carta a los españoles americanos”; el santafereño Antonio Nariño, precursor y mártir de la libertad de prensa quien, con la traducción de los Derechos del Hombre, su destierro, prisión y confiscación de bienes, contribuyó a crear un clima que precipitó el movimiento emancipador.
La nómina estelar incluye los nombres de losvenezolanos Juan B. Picornell, Manuel Gual y José María España, comprometidos con la conspiración peninsular republicana de San Blas; Camilo Torres con su “Memorial de Agravios”, el más destacado antecedente filosófico en el proceso de la independencia americana; Camilo Henriquez, el iluminado fraile chileno autor del “Catecismo de los patriotas” en el que expresaba “el gobierno republicano, eldemocrático, en el que manda el pueblo por medio de sus representantes o diputados que elige, es el único que conserva la dignidad y majestad del pueblo”, y Francisco de Miranda, el visionario, quien poseía “el instinto de los agitadores y la experiencia de los revolucionarios”.
De él dirá Siso Martínez, “su mano ha tocado la de Washington (…); su cuello ha burlado la guillotina del Terror...