Sierras Montserrat
Este caso ha sido preparado para servir de base de discusión, y no como ilustración de la
gestión, adecuada o inadecuada, de una situación determinada.
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Prohibida la reproducción.
Monterrey, N. L. Febrero de 2001.
Págs. 4.
Sierras Montserrat, S.A. fabricaba 3,500 tipos de sierras circulares y una variedad
parecida de sierras de cinta,artículos en los que la competencia era muy fuerte.
Cinco compañías fabricaban el 90 por ciento de las sierras en el país. La producción del
10 por ciento restante se distribuía entre un número considerable de empresas pequeñas.
Dos de éstas habían desarrollado pequeños mercados locales, hasta el punto de llegar a
excluir a otros fabricantes.
Las sierras que se vendían a grandes talleres se fabricabande acuerdo con las
especificaciones del cliente y se mantenían en stock para servir futuros pedidos. Los
representantes abordaban a los posibles clientes diciendo que sus compañías estarían
encantadas de fabricar y tener en stock las sierras utilizadas por ellos. Así, los fabricantes
de sierras podían estar preparados para servir los futuros pedidos del cliente. Este
procedimiento era típico de lasgrandes fábricas de sierras que, como consecuencia,
generalmente tenían inventarios excesivamente grandes. Además, estos inventarios eran
de artículos especiales y ocurría a menudo que un tipo de sierra era vendible sólo a un
cliente, que había encargado el artículo según sus propias especificaciones. También era
posible que dos o más fabricantes de sierras tuvieran en stock sierras especialespara el
mismo cliente.
Sierras Montserrat estaba considerada como una de las más importantes fábricas de
sierras en el país; su política de venta y de inventarios se parecía a las que ya se han
mencionado como típicas de la industria. La política de fabricar sierras especiales para
tenerlas en stock había resultado perjudicial para el control de la producción. En
ocasiones se extraviaban lotes enproceso de fabricación, lo cual obligaba al taller a hacer
duplicado del lote original. Generalmente, el lote extraviado se encontraba después de un
cierto tiempo y se guardaba también para suministrar futuros pedidos. Debido al sistema
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de stock seguido por la compañía, ni los trabajadores ni los mandos intermedios habían
tenido en cuenta tal duplicación en ningún momento.
Otra consecuencia queacarreaba este sistema era una cantidad anormal de sierras que
no reunían las especificaciones del cliente. Cuando una sierra no estaba de acuerdo con
las exigencias del cliente, sencillamente se fabricaba otra nueva que reuniese las
especificaciones.
Los grandes stocks y la anormalidad de la producción, además del hecho de no
establecer diferencias de control entre la fabricación para stock y lafabricación de pedidos
especiales, conducían a costos excesivos. Estos se añadían a los costos normales, de
por sí elevados, que resultaban de la falta de estandarización del producto y del proceso.
La Dirección de Sierras Montserrat estaba enterada de esta situación y contrató los
servicios de un joven consultor para que ayudase a remediarla. Primero, el consultor tuvo
que familiarizarse con laindustria. Se enteró de que la política de la compañía era
resultado de muchos años de práctica. Las sierras circulares y de cinta se vendían por
todo el país, generalmente a serrerías y a talleres que fabricaban artículos de madera.
Los verdaderos compradores de las grandes serrerías eran los afiladores de sierras. Eran
hombres clave en sus fábricas en relación con las operaciones de aserrarmadera. La
capacidad de cortar una gran cantidad de madera dependía del talento del afilador para
mantener sus sierras en buenas condiciones. El afilador de sierras era un técnico muy
hábil: había transcurrido por un largo aprendizaje para conocer su oficio y sabía muy bien
su importancia en el taller.
En algunos casos, los afiladores habían experimentado distintas formas y clases de
dientes y...
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