Siglo de las luces

III. EL SIGLO DE LAS LUCES
Francia es el siglo XVIII el centro creador del pensamiento liberal. La necesidad de cambio era aún más honda. En Inglaterra se había levantado un armazón de gobierno constitucional cuya base, ofrecía oportunidades mucho mayores que las de cualquier pueblo del continente europeo. Adam Smith desarrolló magistralmente una doctrina, su doctrina tenía un sentidoconservador, empleó sus facultades más en la protección que en la ampliación de sus consecuencias.
Prestaron obediencia a la vez que a las revoluciones norteamericanas y francesas, su esfuerzo fue más bien un gesto retórico. El inglés típico del siglo XVIII estaba en paz, aun estando en guerra. El compromiso de los Whing había abierto dentro de sus fines campo para la burguesía, el cual no fuenecesario alterarlo hasta después de las guerras napoleónicas.
La Francia del siglo XVIII es una sociedad de fermentación; es inevitable la expresión de ideas nuevas, todo genio de aquel periodo estaba apegado a lo nuevo. A la larga, la monarquía se vio obligada a pedir consejo a la clase media, y el resultado fue su caída al rehusar las condiciones que ésta misma imponía. Napoleón, elaboró una carta enla cual la clase media estableció su derecho a una participación predominante en el gobierno del estado.





La revolución francesa estaba viviendo tiempos bastante peligrosos. Antes de 1789 no hubo ningún esfuerzo para atacar directamente el principio monárquico, Robespierre era monárquico cuando entró en la asamblea nacional, su teología y su ética social fueron sujetas a la crítica máscruel que jamás había sufrido.
Es la época de la razón, y los filósofos usaron el arma de la crítica racional para declarar, que la libertad es el bien y que la restricción por su naturaleza es el mal. Evadían todo lo que limitase el derecho a la personalidad individual para establecer sus propias condiciones de vida. Es una sociedad que rechaza los dogmas del pasado porque tiene nuevasnecesidades que aquellos olvidan.
En el XVIII se mostraban dudosos y vacilantes. Los hombres que las regían sabían que sus críticos tenían razón. Malesherbes (director de publicaciones) abrigó a aquella enciclopedia que simbolizaba la erosión del viejo orden, estaba reconociendo la impotencia ante la exigencia de una organización nueva.
No debemos pensar en los Pshilosophes como una sociedadorganizada que compartió un cuerpo común de ideas integradas, ni debemos imaginar que su influencia fuera de otro carácter, ya que también hay mucha distinción en sus ideales.
La época es de mucha confusión, las personas se sienten descontentas, sin saber con coherencia lo que harán acerca de su disgusto, saben que necesitan libertad. Por cada ataque que los filósofos lanzaban, hay una docena dedefensas. Hombres como Rousseau y Necker estaban orgullosos de defender la necesidad de una religión, Bretonne nos muestra que la fe que inspiraba el sentimiento contrarrevolucionario se extendía a los campesinos. Aún existía la superstición. La mayor parte de la literatura política que ha sobrevivido es la del partido victorioso.





Existen novelas, que se burlan de los filósofos y otras quelos elogian. El apoyo moral de las viejas instituciones e ideas se debilitaba poco a poco, no hay duda del interés por el nuevo pensamiento y costumbres. Los forjadores del liberalismo tenían que luchar por su victoria. No se respeta ya a la caridad; los ricos no ven ya el peligro que implica su riqueza para la salvación. Su actitud hacia el trabajo era completamente diferente a la que la iglesiapodía aprobar. Mientras les acompañe el éxito no les conmueve la condenación de ésta, o tratar de adquirir dinero ya que emplean días y noches en tratar de conseguir riqueza.
Es imposible mantener una orden de contratos sin un interés, ya que esto sería subvertir todas las clases sociales y desterrar sus procedimientos de libertad, existe un conflicto entre las exigencias de los negocios y la fe...