Siglo de Oro
textos y actividades
1. GARCILASO DE LA VEGA
1. 1. SONETO XXIII
En tanto que de rosa y d’azucena
se muestra la color en vuestro gesto1,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad2 serena;
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yen tanto que’l cabello, que’n la vena
del oro3 s’escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que’l tiempo airado
cubra de nieve la hermosa4 cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera5
por no hacer mudanza en su costumbre.[1. gesto semblante, rostro. 2. la tempestad – la pasión que promueve el contemplar su belleza. 3. en la vena del oro –
es rubio como si se hubiera extraído de un filón o vena de oro. 4. hermosa – léase con aspiración inicial; igual hacer en
el último verso. 5. la edad ligera – el paso rápido del tiempo]
1.1.1. Contenido de los dos cuartetos.
a. ¿A qué aspectos de la dama se refieren? b. ¿Cómo se describe a la dama renacentista?
1.1.2. El tema de este soneto fue tratado por diferentes poetas clásicos e italianos como Ausonio:
Collige, virgo, rosas (Coge, muchacha, las rosas de la vida), o Bernardo Tasso: mentre che di
vermiglio e bel colore... Defínelo.
1.1.3. ¿A qué tópico literario corresponde?
11.1.4. La estructura métrica y la estructura del contenido se relacionan en este poema. Comenta
cómo.
1.1.5. Comenta dos elementos formales y su relación con el tema.
1. 2.
CANCIÓN V
Un amigo de Garcilaso, Mario Galeota, estando en Nápoles, le pidió que le escribiera una canción
dedicada a doña Violante Sanseverino, de quien estaba enamorado. El poeta accedió: invoca a la dama rogándole que corresponda a su galán,y le recuerda a la ninfa Anaxárete, a quien los dioses
convirtieron en piedra por no amar.
ODA A LA FLOR DE GNIDO
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Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,
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y agora en tal manera
vence el dolor a la razón perdida
que ponzoñosa fiera
nunca fue aborrecida
tanto como yo dél, ni tan temida.
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y en ásperas montañas
con el süave canto enterneciese
lasfieras alimañas,
los árboles moviese
y al son confusamente los trujiese1:
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No fuiste tú engendrada
ni producida de la dura tierra;
no debe ser notada
que ingratamente yerra
quien todo el otro error de sí destierra.
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no pienses que cantado
seria2 de mí, hermosa flor de Gnido3,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido4,
de polvo y sangre y de sudor teñido,
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Hágatetemerosa
el caso de Anaxárete, y cobarde,
que de ser desdeñosa
se arrepentió muy tarde,
y así su alma con su mármol arde.
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ni aquellos capitanes
en las sublimes ruedas colocados,
por quien los alemanes
el fiero cuello atados,
y los franceses van domesticados;
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Estábase alegrando
del mal ajeno el pecho empedernido
cuando, abajo mirando,
el cuerpo muerto vido
del miserableamante allí tendido,
2
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mas solamente aquella
fuerza de tu beldad seria cantada,
y alguna vez con ella
también seria notada
el aspereza de que estás armada,
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y cómo por ti sola
y por tu gran valor y hermosura,
convertido en vïola,
llora su desventura
el miserable amante en tu figura.
35
Hablo d’aquel cativo5
de quien tener se debe más cuidado,
que ’stá muriendovivo,
al remo condenado,
en la concha de Venus6 amarrado.
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Por ti, como solía,
del áspero caballo no corrige
la furia y gallardía,
ni con freno la rige,
ni con vivas espuelas ya l’aflige;
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por ti con diestra mano
no revuelve la espada presurosa,
y en el dudoso7 llano
huye la polvorosa
palestra8 como sierpe ponzoñosa9;...
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