Silvia M. Arrom y Servando Ortoll Revuelta en las ciudades: políticas populares en América Latina.

UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA

Curso: Teoría de la Historia
Profesor: Hernán Venegas V.
Estudiante: Mariana Villafaena O.
Fecha: 21 de mayo de 2012.



Informe n°4:
Silvia M. Arrom y Servando Ortoll
Revuelta en las ciudades: políticas populares en América Latina.

Silvia Arrom inicia la presente obra con una introduccióndenominada “La política popular en las ciudades latinoamericanas antes de la era populista”, en la cual realiza los planteamientos generales a través de los cuáles se comprenderán los movimientos estudiados en el volumen.
De este modo, parte por la aseveración que recientemente “los estudiosos revisionistas han cuestionado el grado de dominación de las elites antes del siglo XX al estudiarrebeliones campesinas y las revueltas de esclavos”1, encontrándose ahora una enorme cantidad de bibliografía sobre dichos temas. Sin embargo, “mientras que los campesinos y los esclavos han sido ahora reintegrados a su merecido lugar como actores políticos significativos, los pobres de las ciudades han sido considerablemente ignorados”2. Ante dicha situación, los autores pretenden aportar estudios eneste campo que ha sido desairado, analizando tumultos en seis ciudades latinoamericanas distintas entre 1765 y 1910; los cuales a pesar de haber sido mencionados constantemente por la historiografía, han recibido escasa atención académica seria.
Estos estudios estarían inspirados en los trabajos de E. Hobsbawm y G. Rudé, los cuales “pintaron a sus participantes como manifestantes racionales –ciertamente heroicos – motivados por fines compartidos y con un sentido incipiente de lucha de clases”3, así como inspiraron a toda una generación en la década de los setenta.
De este modo, en los distintos ensayos quedaría en evidencia la posibilidad de que las interpretaciones hechas por estos dos historiadores pueden ser aplicables a los motines urbanos latinoamericanos en varios aspectos; dondese propone analizar las condiciones que llevaron a la violencia, la composición de los grupos que la llevaban a cabo y las finalidades de dichas acciones. Asimismo, aseveraron que las muchedumbres latinoamericanas distaban de ser irracionales, respondiendo a provocaciones o llamados a movilización con determinados objetivos, teniendo la destrucción provocada una cierta intención, atacandoobjetivos específicos, que generalmente simbolizaban las figuras del poder que infundían odios (administración de impuestos, policía, etc.). En este sentido, Arrom esclarece que “los autores que siguen el modelo inicial de Hobsbawm y Rudé al considerar los motines latinoamericanos como la expresión de creencias y actitudes ampliamente compartidas”4, apuntando estos estudios a responder la pregunta “¿quées lo que los pobres quieren?”
La respuesta a este cuestionamiento de gran envergadura no poseería una sola respuesta – por ejemplo, no sería únicamente económica, como plantearon los marxistas clásicos – sino que varias, aludiendo a un espectro complejo de posibles motivos para resolverla. En este sentido, influirían factores como el nacionalismo, la religión o incluso el derecho a laprivacidad, por mencionar algunos.
Sin embargo, sin dejar lo asimilable de los planteamientos de estos autores para el caso latinoamericano, Silvia Arrom expresa que “los amotinados latinoamericanos parecen provenir de un espectro mucho más amplio de la sociedad que los estudiados por Hobsbawm y Rudé”5. Esta afirmación se sustentaría en el carácter policlasista de la muchedumbre latinoamericana, endonde el factor clase no sería excluyente para la conformación de la misma, y para aunarse frente a determinados sucesos. Si bien el conocimiento sobre la composición de las multitudes que participan en los hechos estudiados es impreciso, si es posible visualizar que existió “poca solidaridad de clase entre las clases bajas, y poco conflicto interclase, [e incluso] en la mayoría de los casos dichos...