Simon

El espíritu inútil

Pablo Fernández Christlieb

Caras y cuerpos



PERCEPTUALMENTE, y de todas las demás maneras, la cultura moderna recorta a la gente en dos conjuntos separados: caras ycuerpos. No es posible fijarse en el cuerpo de alguien, y fijarse en la cara al mismo tiempo, porque se trata de dos unidades autónomas, cada una con su propia cohesión, de dos seres perceptualesdistintos, cada uno con su propia vida, así que cuando uno aparece el otro se vuelve borroso, y para atender a uno hay que desatender del otro. Cosa de hacer la prueba.

El conjunto de la cara incluye lasmanos cuando hacen ademanes y entran en su zona de influencia, y está formado no tanto por ojosnariciboca como por un centro de atracción o fuerza de gravedad hecho de líneas, comisuras, gestos,brillos y relieves que jalan la atención, sobre todo estando a menos de dos metros de distancia. A más de dos metros, el campo gravitacional cede y entonces se atiende al cuerpo, cuyo centro es laexplanada del tórax, y de ahí despliega, como en estrella, piernas, brazos, cabeza, y más en corto, hombros, caderas, mochila y teléfono celular; la ropa, pertenece a este conjunto como una especie de ademándel cuerpo. Fijarse en el cuerpo de alguien a menor distancia constituye un acto de mal gusto u hostigamiento. Percibir otros conjuntos, como, por ejemplo, el formado por oreja, hombro, codo y sombrade la axila, o tobillo, várices y pie de la otra pierna, queda tradicionalmente sancionado como perversión, y a Freud le llegaban a platicar regocijadamente estos escándalos.

El cuerpo sí tieneespalda, pero la cara no tiene revés, y por ello, lo único que está del otro lado o detrás de la cara es el pensamiento, el alma o la personalidad, de modo que, perceptualmente, la inteligencia o laracionalidad tienen literalmente la forma de la cara. Se tiene “cara de inteligente”, no cuerpo. Y se tiene “cuerpo de tentación”, no cara: en efecto, el cuerpo es, culturalmente, la forma de, por...