sin reservas j.l.langley
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Sin Reservas
J.L. Langley
Sin Reservas
Prologo
- Brooom Brooom ... Mami, si yo soy un lobo, como papá, ¿por qué no puedo convertirme en
uno? Lena Winston levantó la vista del tazón y sonrió a su único hijo. Chay sostenía un coche de
juguete en cada mano, con los negros ojos mirándola de manera ansiosa.
- Es debido a que no has alcanzado la pubertad, Chay. -Volvió a revolver la mezcla de pastel
de chocolate.
- Brooom brooom - Chay volvió a hacer ruido de nuevo y los coches de juguete chocaron
contra el suelo. - Mamá, ¿qué es pooberta?
- ¡Uy! tal vez debería haberlo dicho de otra manera. - Lena se volvió, sonriendo por su error.
Chayton era el niño más curioso que jamás había conocido. Por supuesto que le preguntaría eso. Umm, significa cuando se esmayor. Un adolescente.
Su frente se arrugo un poco. Con sus cuatro años de edad, se sentó en silencio durante
varios segundos y después ladeó la oscura cabeza. - Mamá, ¿cuándo voy a ser un adolescente?
Puso la masa mezclada en el mostrador y removió en una olla de debajo de ella. - En unos
once años, cuando tengas quince años o algo así.
- Pero, trece y catorce años vienen antes de losquince. ¿No seré un adolescente cuando
tenga trece y catorce años?
Lena sacudió la cabeza y vertió la mezcla de pastel en la sartén. - Chay, eres demasiado
inteligente para tu propio bien. Sí, serás entonces un adolescente. - Le tendió la taza y cuchara ¿Quieres lamer el tazón?
- Sí, sí, sí. – Chay tiró sus coches, se puso de pie y brincó sobre sus pies. - Sí, tengo que
lamer el plato, tengo quelamer el plato. – Bailó en el lugar.
- Siéntate en el piso y te lo daré.
El niño se sentó tan rápido que prácticamente rebotó cuando golpeó el linóleo. Su perro
Roscoe entró en la cocina, lamió al niño en la mejilla y se tumbó junto a él.
Lena colocó el tazón entre las piernas extendidas y le entregó la cuchara. – Trata de no hacer
un lío. Voy a hacer la cena, mientras el pastel está en elhorno. Chay tomó la cuchara grande de
plástico y la metió hasta el fondo de su pequeña boca. La mezcla de pastel escurría por las
comisuras de los labios y se extendía a la nariz y las mejillas.
Resignada a que mantenerlo limpio era una causa perdida, puso el pastel en el horno y se
dirigió a la despensa. Llevó las papas al fregadero y comenzó a lavarlas cuando escuchó como
lamía… ¿o sorbíaruidosamente? Sin siquiera darse vuelta, Lena sabía lo que estaba pasando. –
Chayton Montgomery Winston. ¿Qué te he dicho acerca de compartir tu comida con el perro?
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Sin Reservas
J.L. Langley
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- Pero, mamá, a Roscoe también le gusta lamer el plato..
- Chay...
Suspiró. - Oh, muy bien. No más, Roscoe, mamá dice que no puedo.
Lena escuchó el chasquido de las uñas del perrosobre el linóleo cuando se marchó. Sacudió
la cabeza. El niño no pensó nada al dejar al perro lamer la cuchara y ponerla de nuevo en su
propia boca. Qué asco.
- ¿Mami?
Lena cerró la llave del agua y rebuscó en la gaveta hasta hallar su pelador de papas. – ¿Si,
Chay?
- ¿Cómo sabías que papá era tu compañero si tú no eres un lobo? Papá dice que los lobos
conocen a sus compañeros cuando elloslos encuentran.
- Bueno, yo no lo sabía, pero tu padre sí. - Comenzó a pelar las papas. - Como sabes, Chay,
como tu abuelo Mateo es un lobo, crecí alrededor de lobos. Los lobos no escogen a sus
compañeros, cariño. Dios los escoge. Pero cuando un lobo se encuentra con su compañera él lo
sabe. Así que, cuando tu papá me dijo que yo era su compañera, yo sabía que él decía la verdad.
Era midestino estar con él. - Lena sonrió, pensando en su esposo Joseph.
- Mamá, mi compañero tendrá el pelo como el sol y los ojos como el cielo. Será como un
príncipe.
- Ella. Es una princesa, cariño, no un príncipe. - Corrigió Lena automáticamente. Recordó lo
que dijo sobre el pelo y los ojos y se sintió hundir. Como si le asestaran un golpe. Suspiró y se
recordó que solo era un niño y no conocía...
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