Sin sexualidad no hay paraíso
Quiero poner un granito de arena a la reflexión que a diario nos hacemos sobre la propia sexualidad y la de los demás, entre ellos, los jóvenes. Es sólo un simplegranito en la gran construcción que hemos hecho desde que nacimos sobre el significado que damos a nuestro cuerpo y la manera como este nos permite expresar el misterio del amor. Ustedes, queridosjóvenes, son afortunados. Tienen clases, cátedras, seminarios y conferencias sobre el tema, les sobreabunda la información y ya los padres sacan espacios para “insinuarles” la importancia del tema.
Mipropia experiencia, cuando era joven y bello, la resumo en dos anécdotas. La primera, durante todo el bachillerato el tema de la sexualidad se resumió a una conferencia masiva a varios estudiantes dediferentes colegios en un auditorio significativamente amplio. Después de la “información” sobre enfermedades, métodos de planificación, riesgos y consecuencias de un acto sexual, una compañera de grupopidió la palabra y dijo: doctor, qué debe hacer una mujer que quiera hacerse la vasectomía? El auditorio quedó en silencio por unos segundos mirando al conferencista, el cual a su vez, miraba extrañadoa la niña. Al instante, las carcajadas de unos y otros, rompieron la importancia de la pregunta. Y él, mirándola consideradamente, le respondió: nada mi niña! Ella siguió sin entender, hasta quealguien le explicó que la vasectomía era para los varones. Yo, que me reía de ver reír a los demás, me explicaron el chiste y sentí vergüenza propia porque tampoco sabía qué era la vasectomía. Lo que pasaes que esa cucharada estaba muy grande, y uno como que se atraganta con tanta información, porque el tema era “pecado” en la casa, y en el colegio era anatomía. La cuestión no es la información, sinolos cambios físicos y emocionales, los deseos, la atracción, la erección, la chica que nos gustaba, el sentirse rechazado, excitado, extasiado, decepcionado, los comentarios que hacían los “duros”...
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