Sin título 1
qué galana va la niña;
con su andar siega la yerba,
con los zapatos la trilla,
con el vuelo de la falda
a ambos lados la tendía.
Elrocío de los campos
la daba por la rodilla;
arregazó su brial,
descubrió blanca camisa;
maldiciendo del rocío
y su gran descortesía,
miraba a un lado y a otro por ver si a1guien la veía.
Bien la vía el caballero
que tanto la pretendía;
mucho andaba el de a caballo,
mucho más que anda la niña:
allá se la fue a alcanzar
al pie deuna verde oliva,
¡amargo que lleva el fruto,
amargo para la linda!
—¿Adónde por estos prados
camina sola mi vida?
—No me puedo detener,
que voy a la santa ermita.
—Tiempo esde hablarte, la blanca,
escúchesme aquí, la linda.
Abrazóla por sentarla
al pie de la verde oliva;
dieron vuelta sobre vuelta,
derribarla no podía.
Entre las vueltas quedaban
la niña el puñal le quita,
metiéraselo en el pecho,
a la espalda le salía.
Entre el hervor de la sangre
el caballero decía:
—Perdime por tu hermosura;
perdóname,blanca niña.
No te alabes en tu tierra
ni te alabes en la mía
que mataste un caballero
con las armas que traía.
—No alabarme, caballero,
decirlo, bien me sería;
donde noencontrase gentes
a las aves lo diría.
Mas con mis ojos morenos,
¡Dios, cuánto te lloraría!
Puso el muerto en el caballo,
camina la sierra arriba;
encontró al santo ermitaño
a lapuerta de la ermita:
—Entiérrame este cadáver
por Dios y Santa María.
—Si lo trajeras con honra
tú enterrarlo aquí podrías.
—Yo con honra sí lo traigo,
con honra y sinalegría.
Con el su puñal dorado
la sepultura le hacía;
con las sus manos tan blancas
de tierra el cuerpo cubría,
con lágrimas de sus ojos
le echaba el agua bendita.
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