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Caso real: PERDIDOS EN EL CERRO DE MONTEVIDEO

Era invierno del 2005, una tarde fría y ventosa y yo cursaba mi quinto año escolar. Desde hacia tiempo se había programado para ese día una salidadidáctica al cerro de Montevideo. La llegada al cerro no tuvo ningún inconveniente y allí pasamos tranquilamente gran parte de la tarde recorriendo la fortaleza que se encuentra en la cima y recibiendocharlas informativas de un guía del lugar.
Luego de la visita a la fortaleza se decidió merendar en un parque cercano a esta para luego retornar a la escuela. Todo transcurría con total normalidadcuando en determinado momento y sin darnos cuenta, jugando con dos amigos nos alejamos de la zona que vigilaban las maestras y cuando quisimos volver con los demás compañeros y las maestras, los nerviosse apoderaron de nosotros al ver que ya nadie se encontraba en el parque. Ninguno de los 3 había percibido que nos habíamos alejado tanto y tampoco sabíamos por cuánto tiempo nos habíamos ausentado.La situación era desesperante para nosotros: tres niños de 8 años perdidos en el otro extremo de la capital, sin celulares ni dinero y sin el abrigo suficiente para la temperatura extremadamente bajaque parecía bajar cada vez más a medida que la tarde se transformaba en noche.
El frio era insoportable y rápidamente nos pusimos a buscar ayuda, lo primero que hicimos fue ir hasta la fortaleza quese encontraba cerca de allí para explicarles lo que había sucedido a alguno de los trabajadores del lugar, pero cuando llegamos esta se encontraba cerrada y solamente había un sereno que no pudoayudarnos en nada. Acto seguido, recorrimos varias calles buscando alguien que nos pudiera ayudar cuando de pronto, unos jóvenes de unos 20 años aproximadamente se acercaron a nosotros. Mi primerareacción fue sentir un gran alivio porque pensamos que nos ayudarían, pero sus intenciones no eran precisamente ayudarnos, los jóvenes nos pidieron que le diéramos las pertenencias que tuviéramos pero,...