Sinay
Fiel a la categoría creada por él, Bauman lo bautizó amor líquido , aunque desde mi perspectiva sobra la palabra amor. Si es amor, no es líquido, no se va por lasalcantarillas, no se escapa entre los dedos, echa raíces, muestra un tronco, despliega una fronda. Y si es líquido, no es amor, no toma forma, no fragua, no trasciende en experiencias, caminos y proyectoscompartidos. Hay cada vez más vacío, y por horror a ese vacío ( el horror vacui ) se intenta llenar las horas, los días, los segundos, los encuentros con una continuidad indiferenciada de contenidos queahondan lo que intentan paliar. Esto genera un impreciso y persistente malestar emocional y espiritual del que sólo se puede regresar reconociendo la existencia del otro, recorriendo la totalidad de lasexperiencias, volviendo al presente, único tiempo cierto (que se alimenta del pasado para proyectarse al futuro) y habitándolo. Lo contrario es vivir en la fugacidad sin raíces y sin futuro delinstante. Relaciones instantáneas que instantáneamente mueren, dejando más vacío, más ansiedad, más necesidad de placebos. No es necesario volver al hasta que la muerte nos separe. Alcanza con que el...
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