Sincronía puentes como liebres - Los Pocillos
LOS POCILLOS
1 Los pocillos eran seis: dos rojos, dosnegros, dos verdes, y además importados, irrompibles, modernos. Habían llegado como regalo de Enriqueta, en el último cumpleaños de Mariana, y desde ese día el comentario de cajón había sido quepodía combinarse la tasa de un color con el platillo de otro.
2 La mano de José Claudio empezó a moverse, tanteando el sofá. “¿Qué buscas?”, pregunto ella. “El encendedor”. “A tu derecha”. La manocorrigió el rumbo y halló el encendedor.
3 La época anterior de la ceguera, José Claudio nunca había sido un especialista en la exteriorización de sus emociones, pero Mariana no se ha olvidado cómoera ese rostro antes de adquirir esta tensión, este resentimiento.
4 El cambio se había operado con lentitud. Primero fue un decaimiento de la ternura. El cuidado, la atención, el apoyo, quedesde el comienzo, ahora se habían vuelto mecánicos
5 Durante el silencio, se sonrieron. Al margen de José Claudio, y sin embargo, a propósito de él. De pronto Mariana supo que se había puestolinda.
6 A Alberto, en cambio, le agradecía el impulso inicial, la generosidad de ese primer socorro que la había salvado de su propio caos, y, sobre todo, ayudado a ser fuerte. Por su parte, ellahabía provocado su gratitud, claro que sí.
7 “Ahora si puedes calentar el café”, dijo José Claudio, y Mariana se inclino sobre la mesita ratona para encender el mecherito de alcohol. Por un momentose distrajo contemplando los pocillos. Solo había traído tres, uno de cada color.
8 La mano cálida de Alberto, ya ahuecada, Luego la movió lentamente para acariciarla, se sintió muy bien ysonrió, luego se miraron.
9 Hoy sería el verde para José Claudio, el negro para Alberto, el rojo para ella. Tomo el pocillo verde para alcanzárselo a su marido, pero antes de dejarlo en sus manos....
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