Sindicatos E Inmigracion
(Autor, Editorial, Año de publicación).
ÍNDICE.
CAPITULO 1…………………………………………………….3
CAPITULO 2…………………………………………………….5
CAPITULO 3…………………………………………………….8
CAPITULO 4 ………………………………………………..…10
CAPITULO 5…………………………………………………...11
CONCLUSIONES…………………………………………….13
CAPÍTULO 1: MODELO LEGAL Y CONSTRUCCIÓN NORMATIVA DE LA RELACIÓN ENTRE INMIGRACIÓN Y ACCIÓNSINDICAL.
El fenómeno de la inmigración esta casi por completo sustraído del campo de la autonomía privada y de la voluntariedad que este entroniza como principio de regulación de las relaciones privadas. La existencia de dos elementos claramente relacionados con la soberanía del Estado, la nacionalidad y la ciudadanía, colocan el tema de la inmigración en el area de la extranjería.
Y losderechos de la ciudadanía se confieren en exclusiva a quienes tienen la condición de nacionales de un país, en el entendimiento que son derechos confinados en el espacio estatal-nacional de referencia y que en él deben ser gozados por los respectivos ciudadanos de cada estado.
La permanencia en el espacio nacional de un extranjero le permitirá acceder a alguno de los derechos de ciudadanía. Perotambién la residencia es una nocion que se administra desde la legalidad estatal. El trabajador es una nocion que prescinde en principio de cualquier connotación derivada de la nacionalidad del sujeto que trabaja. El trabajo es por otra parte el fundamento de otros derechos derivados unos de la propia relación contractual que encuadra la prestación de servicios, y otros de alcance individual y colectivoque se reconocen como derechos fundamentales de los ciudadanos de un país determinado. El trabajo por tanto resulta un gran igualador en el disfrute de los derechos que se derivan de su realización tanto en lo que se refiere a la condición de nacional o extranjero, como a las que podría realizarse con otros factores o motivos de diferenciación.
El extranjero que quiere trabajar en otro paisquiere ser trabajador en él, oeri antes de este hecho será contemplado normativamente como integrante de un flujo de mano de obra que pretende una determinada inserción en el mercado de trabajo definido estatal. Aquí de nuevo la nacionalidad y la ciudadanía va a ser recuperada fusionándose con los imperativos de las políticas publicas de empleo, dando fruto a conceptos-guia muy definitivos, como el dela “situacion nacional de empleo”.
En materia de trabajo y empleo, el territorio estatal es el que define la unidad del mercado de trabajo y en consecuencia la política de empleo de los poderes públicos. Es el territorio estatal el que da sentido también al concepto de residencia, y la condición de nacional o extranjero no se concibe, como la de ciudadano, si no es por relación a un marco estatalde derechos y libertades garantizados normativa y judicialmente.
La posición del inmigrante se emancipa relativamente de la nocion de extranjero. La nacionalidad cede paso a la libertad de circulación en un mercado acotado económicamente en el que no solo circulan libremente las mercancías sino también los portadores de esa mercancía tan especial en que consiste la fuerza de trabajo. Así, desdecada ordenamiento nacional europeo, los extranjeros que pertenecen a la Unión Europea no tendrán a efectos laborales esa condición diferenciadora. Los términos reales de la oposición se situaran entre los inmigrantes no miembros de los estados a cuyos nacionales se permite la circulación en el mercado laboral unificado supranacionalmente y los que carecen de esta posibilidad si no son autorizadospara ello, en función de los imperativos de ese mismo mercado laboral.
Una via de aproximación a la problemática del inmigrante como sujeto con derecho a tener derechos es justamente la de ensanchar el campo de la identidad personal como base de la atribución de derechos universales, restringiendo consiguientemente el campo de la ciudadanía como elemento clave de la titularidad y ejercicio de...
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