Sindrome

Síndrome de Humano Deficiencia Adquirida
Por: Francisco Cajiao
El Tiempo, Lunes 9 de febrero de 2004
Decía San Ignacio de Loyola a sus seguidores que "no el mucho saber harta y
satisface elánima, sino el gustar las cosas internamente". Esta sencilla frase
estuvo en el fondo de una orden religiosa que dio origen a cientos de colegios y
universidades en todo el mundo desde el siglo XVI. Sesupone, desde aquella
época, que el acceso a la educación debería redundar en un proceso de
crecimiento humano ─de humanización─, gracias al contacto con la herencia
cultural, con el mundo de laciencia y, sobre todo, con la capacidad de reflexión
sobre las cosas aprendidas y las experiencias vividas. A esta capacidad
reflexiva se refiere lo de "gustar las cosas internamente".
Hoy, sinembargo, no parece que eso de saber más redunde siempre en ser
mejor persona. Basta mirar por ahí gente llena de títulos nacionales y
extranjeros con grandes carencias de humanidad: se les entregapoder para
construir un mundo mejor y destruyen a los que tengan la mala suerte de estar
bajo su mando, se les encomienda la responsabilidad de orientar a otros y
generan tenebrosos laberintos deexclusión.
Algunos que aprendieron mucho y reflexionaron poco, creen que más títulos
les otorgan derechos de privilegio que se incrustan en el alma de las
organizaciones, desconociendo cualquieraporte, experiencia o iniciativa de
quienes no pertenezcan a su grupo de áulicos. Rondan por ahí tecnócratas con
títulos en Londres, Estambul o Nairobi, que borran de un plumazo lo que otrosconstruyeron juiciosamente durante años, arruinando vidas, ilusiones, esfuerzo
y recursos ajenos. Algunos de estos personajillos se acomodan en el sector
público y su prepotencia los hace doblementepeligrosos en un clima
generalizado de autocracia.

Como, por desgracia, todo esto se fabrica desde la infancia, es bueno
recordar a los maestros, rectores de colegios y padres de familia, que no...