Sinfin De Letras
Siento que te conozco de toda la vida.¿por qué estás tan callado conmigo? —Preguntó tiritando de frio, mientras caminábamos a las adyacencias de un lago.
Sabes, solo quiero escucharte, sin importar lo que digas. Creo que jamás en mi vidaanhelé escucharte tanto como ahora. —Respondí entretanto sujetaba su mano para darle calor.
Tan ilusorio como lo pensé en un principio, era un deleite cada palabra que exhalaba de su boca, su mente erauna completa caja de sorpresas. Como si fuese la primera vez a su lado, me sentía cual nieto oyendo las anécdotas de su abuelo. Y, boquiabierto, jamás creí que en tan sublime bioma y poco tiempolograría admirar tanto a una mujer. Una caminata larga pero insuficiente.
Supongo que te incomodó mi silencio a lo largo de nuestra travesía. —Murmuré cabizbajo con algo de desilusión.
Oye, eso no mepreocupa, me caracterizo por hablar demasiado con infinidades de personas, pero…
Pero… ¿Qué?
Es que, la mayoría de esas personas, simplemente me oye. Sin embargo, tú me escuchas, y siento que tu silencio medice mucho más de lo que me han dicho, aunque suene un poco descabellado. —Dijo mientras se ruborizaba por completo y sus manos temblaban.
Vaya…—Vociferé atónito ante semejante respuesta.
Creo que estiempo de irme, supongo que, gracias…—Soltando mi mano con una tenue sonrisa.
Luego de aquello, deseaba con todo mí ser que se quedara, su voz, sus palabras, sus historias me hacían regresar alpasado, generaban una sensación de agonía y satisfacción al mismo tiempo. Admirarla me hacía recordar cuando era realmente feliz. Más allá, de su naturalidad en cada aspecto, más allá, de su belleza,...
Regístrate para leer el documento completo.