Sinfonía en gris mayor, comentario a un poema de rubén

SINFONÍA EN GRIS MAYOR

El mar como un vasto cristal azogado
refleja la lámina de un cielo de zinc;
lejanas bandadas de pájaros manchan
el fondo bruñido de pálido gris.

El sol como un vidrio redondo y opaco
con paso de enfermo camina al cenit;
el viento marino descansa en la sombra
teniendo de almohada su negro clarín.
Las ondas que mueven su vientre de plomo

debajo del muelleparecen gemir.
Sentado en un cable, fumando su pipa,
está un viejo marinero pensando en las playas
de un vago, lejano, brumoso país.
Es viejo ese lobo. Tostaron su cara

los rayos de fuego del son del Brasil;
los recios tifones del mar de la China
le han visto bebiendo su frasco de gin.
La espuma impregnada de yodo y salitre
ha tiempo conoce su roja nariz,

sus crespos cabellos, sus bícepsde atleta,
su gorra de lona, su blusa de dril.
En medio del humo que forma el tabaco
ve el viejo el lejano, brumoso país,
adonde una tarde caliente y dorada

tendidas las velas partió el bergantín…
La siesta del trópico. El lobo se aduerme.
Ya todo lo envuelve la gama del gris.
Parece que un suave y enorme esfumino
del curvo horizonte borrara el confín.

La siesta del trópico. Lavieja cigarra
ensaya su ronca guitarra senil,
y el grillo preludia un solo monótono
en la única cuerda que está en su violín.

El poema pertenece al nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), máximo representante del Modernismo, y está incluido en su libro “Prosas profanas” (1896), que publicó con 29 años.
Podemos estimar este poema como muy representativo del movimiento modernista, aunque sutemática no es de la principal de este libro, la de naturaleza erótica. “El arte por el arte”, dirá T. Gautier, uno de los estandartes de la corriente del parsianismo. Y Darío sigue sus pasos y envuelve las palabras, las frases, el ritmo de un aprecio que lo convierte en arte por sí mismo, sin que el mensaje resulte esencial. Y el poema se hace sonidos, sensaciones, ambientes... diríase un cuadroimpresionista, con hermosas y cuidadas pinceladas, bellas por sí mismas. Ahora lo veremos con detenimiento.
El poema está compuesto de ocho estrofas de cuatro versos cada una (excepto la tercera, que tiene cinco), con rima asonante en los pares (romance), salvo en la estrofa antes apuntada de un verso más. Los versos son dodecasílabos (una de las medidas preferidas por Darío), divididos endos hemistiquios de seis (hay sinéresis en la palabra “almohada”, en el octavo verso).
Advirtamos la música que desprenden las notas, las palabras de los versos del nicaragüense. Observemos el ritmo:
_ / _ _ / _ _ / _ _ /_
Se repite, salvo alguna excepción que ahora veremos, en todos los versos, en dos ocasiones, en cada hemistiquio, el ritmo ternario, anfibráquico: (_ / _), unamúsica de una tonalidad continuada, perfecta.
Hay ruptura, por ejemplo, en el verso 14: en el primer hemistiquio, el poeta hace referencia al sujeto central de su canto, “Es viejo ese lobo” / / / _ /_ (en la métrica sigo a Quilis en lo que se refiere a términos con acento); en el 17 “lo han visto bebiendo”, responde al esquema / / _ _ /_ ; en el 19, “ha tiempo conoce”, / / _ _/_; en el 27,“ya todo lo envuelve” / / _ _ / _, y en alguno más (“ve el viejo el lejano...”). El ritmo anfibráquico, de cualquier modo, es abrumadoramente mayoritario. “La música por encima de todo”, que dirá Verlaine, al que seguirá Darío.
Llama también la atención la rima, con palabras agudas, no precisamente del gusto clásico (el Modernismo se caracterizará, entre otras cuestiones, por una enormelibertad creadora), elegidas con sumo cuidado por el poeta. Dos se repiten, “gris”, también el título del poema (con uno de los recursos preferidos por el autor americano, la sinestesia), uno de los tonos que nos envuelve a lo largo de estos versos, en la ensoñación del marinero, y “país” (con sus dos adyacentes, “lejano, brumoso”), esa imagen que, adormecido, aparece en la mente del viejo lobo de...