sintaxis
“Más cornás da el hambre” Dijo esta frase y la repitió muchas veces en su vida el torero sevillano Manuel García Cuesta, que se apodó «El Espartero». Ha quedado esta expresión como el alegato del mundo triste, anónimo y miserable del personaje andaluz, deseoso de escapar de su servidumbre. Sin embargo, Manuel García Cuesta no era un campesino. Había nacido en una familia demodestos industriales y a los doce años le colocaron de aprendiz en el oficio de espartero. De ahí viene su apodo y no de haber querido adoptar el apellido de don Baldomero Espartero, que fue el general liberal, un gran personaje mítico en el mundo político decimonónico. «Espartero» fue un hombre de un valor inmenso y de una falta de conocimientos considerable, sobre todo en aquella época en que alos toros, alucinantes de poder, se les debía vencer también con un sólido conocimiento de la lidia. «Espartero» no lo tuvo y toreó con voluntad valerosa, consintiendo a los toros; llevando un gesto nuevo, emocionante en las arenas. No podía con ellos más que a fuerza de corazón y, por primera vez en la historia de la fiesta, hizo de la premonición de la muerte del hombre la protagonistainvisible del espectáculo. Los espectadores intuían que «Espartero» moriría en la plaza porque se metía entre las cornadas más aviesas y sabían que no tenía conocimientos suficientes para dominarlos, y se metía con ellos luchando con la muleta en unos trasteos patéticos. Alguien dijo que en cada paseíllo llevaba como una cruz de ceniza sobre los labios. A pesar de ello -o quizá por ello-, «Espartero»fue ídolo de Sevilla y toreaba con la belleza incomparable de los predestinados y asustaba al público con sus temeridades. Era un estoico total. En una ocasión, su banderillero pasaba grandes apuros para capotear al toro. «Espartero» estaba impaciente y se dirigió a él indicándole el modo de ejecutar la suerte. «Es que si hago lo que me mandas -le dijo el banderillero- me coge el toro conseguridad.» «Y eso qué importa»-respondió, displicente «Espartero».
Toda la vida del taciturno «Espartero», hasta la cornada final, es como una fatalidad invisible. Y así llegó la tarde del 27 de mayo de 1894 en la plaza de Madrid. Con su idea de que más cornadas daba el hambre, entró a matar al toro «Perdigón», cobrado, delantero de astas, que eran de color acaramelado, perfecto de lámina, largo yhondo cuerpo. (...)
El «Espartero» hundió una estocada contraria, o sea, sobre la parte izquierda del morrillo del toro, y salió arrollado y una vez en eI suelo, el toro, que ya iba muerto, metió el cuerno en el caído cuerpo, como a tientas, sin ninguna malignidad, porque le pasó por encima sin enterarse.
El cadáver fue conducido a Sevilla. Y Sevilla le ha recordado siempre como uno de los héroesmás puros, porque pisaba la arena de una manera palpitante, como arañando. La figura del «Espartero» quedó, con esta muerte, aureolada de una triste leyenda y su torero, su carácter de héroe popular, fueron la base del terrible alegato contra los toros que es Sangre y arena del novelista Blasco Ibáñez.
NÉSTOR LUJÁN, Cuento de cuentos, I
Marque con color azul, de forma inequívoca, la respuestacorrecta o escríbala, según corresponda.
1. El sujeto de la oración “Ha quedado esta expresión como el alegato del mundo triste, anónimo y miserable del personaje andaluz...” es:
a) esta expresión
b) alegato del mundo triste
c) del personaje andaluz
d) esta oración carece de sujeto; es impersonal
2. La oración “Había nacido en una familia de modestos industriales” tiene un sujeto:
a)paciente
b) pseudoagente
c) sobrentendido o elidido
d) esta oración carece de sujeto; es impersonal
3. En la oración “«Espartero» fue un hombre de un valor inmenso” , el sintagma “un hombre de un valor inmenso” desempeña la función de:
a) complemento directo
b) sujeto
c) complemento predicativo
d) atributo
4. El adyacente del núcleo del SN “un hombre de un valor inmenso” es:...
Regístrate para leer el documento completo.