Sintesis
De fino cuello el cisne plateado
No ocultaba la gloria de sus senos,
Había en sus ojos un eclipsar sereno
De soles azules, de lirios esmaltados.
Su rojo labio estaba almibarado
Y un cerdo estaba sobre el muslo bueno
Y el asqueroso bicho era al menos
Un adorno en el vientre nacarado.
Como un gusano en una rosa estaba
Elgorrino chillando ignominioso
Que ocultaba el deseado pubis.
Y en un jarrón marrón se dibujaba
Una escena de Egipto tenebroso:
Un muerto embalsamado por Anubis.
Francisco Antonio Ruiz Caballero
03
Pelea De Buitres. I.
Sobre un toro cadáver se encontraban
Dos bellísimos buitres enfrentados,
Era hermosa la pluma que mostraban
Tal dos sublimes lirios erizados.
Era el plumónmarrón terciopelado,
Por carnaza ruín viles se hallaban,
Y las hachas del pico apuñalaban
El aire entre las plumas angustiado.
Eran raros, raros pavos reales,
Espléndidos de pluma, garra, y pico,
Exquisitos, dismórficos, grotescos.
Sobre los pútridos restos ideales
¡¡¡¡cuánto combate entre dragones chicos¡¡¡¡
¡¡¡¡coral para los plúmeos arabescos¡¡¡¡¡.
Francisco Antonio Ruiz Caballero04
El Hielo
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece sies curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
Francisco de Quevedo
05
A Una Nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase unanariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
Francisco de Quevedo
06
Rima I
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginasson de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!,
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
GustavoAdolfo Becquer
07
Rima XII
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las huríes del Profeta.
El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta,
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera,
y lasondas del océano
y el laurel de los poetas.
Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.
Gustavo Adolfo Becquer
08
Rima LXXIII
Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.
Despertabael día,
y, a su albor primero,
con sus mil ruidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:
—¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!
Gustavo Adolfo Becquer
09
Rima 38
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán. ...
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