sir henry haggard

Páginas: 338 (84472 palabras) Publicado: 19 de junio de 2013
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Las Minas
del
Rey Salomón

Henry R. Haggard

La presente obra es traducción directa e íntegra del original inglés en su
primera edición publicada en Londres, 1885.
Las ilustraciones de Walter Paget acompañaron a la edición inglesa publicada
por Cassell and Company (Londres, 1902); la de Justo Barboza ha sido realizada
expresamente para esta edición.
A finales del siglo XIX lastierras de África, en parte inexploradas, ofrecían un
escenario ideal para situar aventuras exóticas. Allí colocó Haggard a Allan
Quatermain, el cazador de elefantes, enrolado en un viaje erizado de peligros y
dificultades en busca de las portentosas minas del Rey Salomón. Una sucesión de
peligros, ocasionados por la naturaleza, las fieras y los salvajes se interpondrán
en su camino. Pero detodo ello surge una pregunta esencial: si la "civilización"

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materialista y obsesionada por el dinero no será en el fondo tan salvaje como esas
tribus belicosas perdidas en el corazón de la naturaleza.
Este relato, fiel y sin exageraciones, de una aventura notable, es
respetuosamente dedicado por el narrador Allan Quatermain a todos los que lo
lean, grandes y chicos.

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IntroducciónAhora que este libro está impreso y a punto de salir al mundo, ejerce sobre mí
un enorme peso la conciencia de sus defectos, tanto de estilo como de contenido.
En lo referente a este último, sólo puedo decir que no pretende ser una relación
exhaustiva de todo lo que vimos e hicimos. Hay muchas cosas concernientes a
nuestro viaje a Kukuanalandia en las que me hubiese gustado explayarme y alas
que, de hecho, apenas aludo. Entre ellas se encuentran las curiosas leyendas que
recogí sobre las armaduras que nos salvaron de la muerte en la gran batalla de
Loo, y también sobre los Silenciosos o colosos de la entrada de la cueva de
estalactitas. Por otra parte, si me hubiera dejado llevar por mis inclinaciones, me
habría gustado ahondar en las diferencias, algunas de las cuales meresultan muy
sugestivas, entre los dialectos zulú y kukuana. Asimismo, también se hubieran
podido dedicar unas cuantas páginas de provecho al estudio de la flora y la fauna
indígenas de Kukuanalandia1.
Pero aún queda un tema muy interesante, por cierto, y al que, de hecho, sólo se
alude de forma fortuita: el magnífico sistema de organización militar imperante
en ese país que, en mi opinión, esmuy superior al instaurado por Chaka en
Zululandia, en cuanto que permite una movilización más rápida, y no precisa del
empleo del pernicioso sistema de celibato obligatorio. Y, finalmente, apenas
menciono las costumbres domésticas y familiares de los Kukuanas, muchas de las
cuales son extraordinariamente originales, o su habilidad en el arte de fundir y
soldar metales. En esto últimoalcanzan una considerable perfección, uno de
cuyos ejemplos puede apreciarse en las "tollas" o pesados cuchillos arrojadizos;
el mango está hecho de hierro batido, y el filo, de un hermoso acero soldado con
gran pericia al mango de hierro. Lo cierto es que yo pensé (y lo mismo les ocurrió
a sir Henry Curtis y al capitán Good), que el mejor plan era contar la historia de
Descubrí ocho variedades deantílopes que desconocía por completo
anteriormente y muchas especies nuevas de plantas en su mayor parte
pertenecientes a la familia de las bulbosas.
1

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un modo sencillo y franco, y dejar estas cuestiones para más adelante, tratándolas
de la forma que nos pareciese deseable. Entretanto, proporcionaré con mucho
gusto cualquier información a mi alcance a quienquiera que se interese porestas
cosas.
Y ya sólo me resta disculparme por lo burdo de mi modo de escribir. La única
excusa que puedo presentar es que estoy más acostumbrado a manejar un rifle
que una pluma, y que no puedo aspirar a los altos vuelos y adornos literarios que
observo en las novelas (porque a veces me gusta leer una novela). Supongo que
son deseables -esos vuelos y adornos-, y lamento no ser capaz de...
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