Sistemática
Nota previa
En esta parte del tratado de antropología teológica se describirá el estado de aquél que participa de la unión salvífica con Cristo: el hombre «en Cristo Jesús», alcanzando así su plena realización terrena. Así comprenderemos mejor la naturaleza y el valor de este camino por el que Cristo conduce al hombre a esta perfección, como también el dinamismo internode esta perfección (por Cristo y hacia Cristo).
Todavía en la Alta Edad Media, la teología insistía en que lo más importante en esta situación del cristiano eran las nuevas relaciones con Dios, mediante la in-habitación de la Santísima Trinidad en él. Sin embargo, en el contexto antirreformista, ha subrayado la nueva perfección ontológica del hombre en Cristo, para mostrar que no se trata sólode una relación (contra el Protestantismo). Además, desde el siglo XVIII, como reacción contra la teología moralizante del Iluminismo que descuidaba lo Sobrenatural, se subrayó con energía «las maravillas de la Gracia». En los últimos años, debido a un retorno a las fuentes, sobre todo a los Padres Griegos, y por el influjo de la filosofía personalista contemporánea, la teología católica prefierenuevamente considerar el don de Cristo, más que como una perfección ontológica o un estado psicológico, como un encuentro entre Dios y el hombre.
Por eso, al estudiar las nuevas relaciones que el cristiano tiene con Dios, se tematizará esta relación con el Dios Trino en el capítulo 15; y en el 16, el fundamento de esta relación: la renovación ontológica que sucede en el hombre cuando se insertaen Cristo.
San Pablo describe la novedad cristiana como el acceso que el hombre tiene al Padre por Cristo en el Espíritu Santo (Ef 2,18): «pues por Él tenemos abierta la puerta entrambos en un mismo Espíritu al Padre». Dicho acceso lo ilustraremos con cuatro temas, frecuentes en la Biblia: la paz, la amistad, la inhabitación y la filiación.
a. La paz con Dios
En el AT, la palabra shalôm,traducida por los LXX habitualmente como ή, significa la prosperidad material y espiritual: es lo máximo que se puede desear a una persona. No se refiere, en realidad, ni siquiera a la ausencia de guerra: la guerra que va bien, se dice que «marcha en paz» (Cf. 2S 11,7).
Esta verdadera paz sólo puede esperarse de Dios (Is 26,12) y sin El no puede darse (Is 48,22). El pacto entre Dios e Israeles un pacto de paz (Ez 34,25). Es el don prometido para los tiempos mesiánicos (Is 9,6; Zac 9,10; Sal 72,7).
En el Nuevo Testamento, la palabra ή conserva frecuentemente el significado de shalôm; otras veces, más helenísticamente, alude a un estado libre de contrastes. Ambos sentidos se unen al afirmar que el hombre inserto en Cristo tiene la paz con Dios. Para ello baste analizar Rm 5,1-5y, sobre todo, Ef 2,14-22: Cristo reconcilia realmente a las dos ramas de la humanidad.
La paz entre Dios y los hombres proviene de la reconciliación de los hombres con Dios (Rm 5,10; 2Co 5,18-21; Col 1,20-22): por ella, Dios traslada a los hombres por medio de Cristo, de la situación de «hijos de ira» (Ef 2,3), a ser objeto de su misericordia amorosa (Rm 5,21), «para que ya no vivan para sí losque viven, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos» (2Co 5,15).
b. La amistad con Dios
En la filosofía griega, era imposible pensar en una verdadera amistad entre los hombres y los dioses, por la radical diferencia de naturalezas. Sin embargo, el estoicismo esboza la posibilidad de dicha amistad por parte del sabio (línea continuada por gnósticos y maniqueos). Es muy diversa la manera dehablar de la Sagrada Escritura.
1. La Sagrada Escritura
El AT considera a Abraham como «el amigo de Dios» por excelencia (Cf. 2Cro 20,7; Is 41,8; Dn 3,35; Cf. Sant 2,23). En el libro de la Sabiduría (7, 27-28), se extiende esta designación a todos los sabios o justos, que observan la Ley de Dios.
En el NT, los discípulos son amigos de Jesús por el perfecto amor del Señor, que llega hasta el...
Regístrate para leer el documento completo.