sistema bolivariano
sido la concepción tradicional del currículum como forma para la
reproducción de saberes y por tanto mecanismo de legitimación de una
cultura escolar predominante. Se propone la indagación en los caminos de
una concepción curricular que desde la estética rescate la creatividad y el
placer por el encuentro en espaciosintersubjetivos donde la investigación
revitalice el concepto de formación.
Palabras clave: Estética Currículum Investigación Formación
Subjetividad.
I. INTRODUCCIÓN.
La formación del docente venezolano se ha desplegado en un plano
de concepción que afianza el concepto de performatividad; al plantearse en
los años ochenta formar al docente de acuerdo a la necesidad de
funcionalizar su acciónhaciéndole cumplir determinados roles, se estaba
concibiendo a un facilitador de aprendizajes, orientador, evaluador,
investigador, planificador y administrador del proceso educativo. Se trataba
de la teoría funcionalista donde la ejecución de roles garantizaba una acción
docente que se anteponía a la acción del alumno. La noción de rol se
transforma en sinónimo de competencias y desplaza laposibilidad de una
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práctica pedagógica donde alumnos y docentes a través de la investigación
se expresen en un devenir creativo.
Los roles se desglosan en competencias que se traducen en saberes,
habilidades, actitudes y valores que habrá que tomar en cuenta en el
ejercicio de la función docente. Se trata entonces de patrones que deben ser
cumplidos para legitimar un orden cultural; su papeles estrictamente
funcional y por tanto indica lo que debe hacerse. En este sentido, la tan
difundida en la actualidad formación por competencias se vincula a un saberhacer
que convierte a la enseñanza en una forma operativa que revive la
acción instrumental.
En consecuencia, la teoría de los roles y su despliegue a través de
competencias tienen como propósito prefigurar el concepto deformación; de
esta manera, se produce una disonancia entre el saber y el proceso de
producción del saber. En este escenario la formación es desvirtuada por el
cumplimiento de roles y competencias que afianzan el concepto de
performatividad el cual se ubica por encima del saber pensar.
Es necesario retomar la idea de Gadamer (1999) de la formación
como la reconciliación con uno mismo, como elreconocimiento de sí mismo
en el ser del otro; este planteamiento remite al encuentro intersubjetivo y por
tanto a un diálogo de saberes que se produce desde los espacios en los
cuales se conforman las experiencias educativas y las relaciones de
alteridad. Para Hegel la formación al estar atravesada por el encuentro con el
otro tiene como base la actividad consciente del hombre, este construyesus
conceptos expresándose desde su propio interior.
Lo planteado hasta ahora conduce a la interrogante: ¿Qué representa
el currículum y para qué sirve ante la posibilidad de dar sentido consciente a
la formación como un viaje al interior del ser? Es necesario considerar que el
currículum es una forma de pensar la realidad, de manera que no puede ser
la expresión de lo prescriptivo, pues estoha traído como consecuencia la
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cosificación de contenidos ya que lo único que interesa es la conducta
observable por encima de las posibilidades de creatividad frente a lo real.
Para Ugas Fermín (2003) esta perspectiva: “… castiga la crítica, vigila el
comportamiento, sanciona la reflexión, regula la promoción, obstaculiza
la creatividad y la imaginación; mientras que, premia el “cuerpodócil”,
el cumplimiento de la norma y, por fuerza del pensamiento único: la
reproducción.” (p. 27). Cuando trabajamos en comunidades, por mucho tiempo se ha realizado desde la óptica
intervencionista, en la cual los agentes externos, aquellos que desde las universidades
detentamos el conocimiento, sabemos lo qué pasa y tenemos las respuestas, nos internamos en
la dinámica comunitaria y...
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