Sistema democratico

El sistema democrático se evalúa en función de la transparencia electoral, el equilibrio de los poderes y la eficacia de la gestión de gobierno. Luego de observar de qué manera en varios países loselectores han decidido castigar a los partidos que no cumplían ni sus mandatos electorales, ni eran fieles a sus ideologías y menos aún respondían al respeto a las instituciones, hoy vemos sin embargoque los “castigadores del sistema” han vuelto a comportarse de igual forma que los “castigados”. El resultado podría ser volver al mismo punto de partida confirmando aquello que cuando más cambiaAmérica Latina más permanece igual. Las elecciones han vuelto a tener un trasfondo de sospecha. Los mecanismos electores se amañan, se usan los recursos a favor del gobierno, se alteran las reglas delmandato so pretexto de la voluntad popular y se buscan mecanismos para apartar a quien desea alterar el orden establecido. En la mayoría de casos se invoca la necesidad de continuar con el “proyecto delcambio” o que “la revolución no se detiene”. El equilibrio de los poderes pasa a ser una ficción. El Congreso no representa a los sectores sociales sino solo se encuentran al servicio de un ejecutivoque los usa para dar visos democráticos a leyes que encierran como contenido muestras puras de resentimiento y de odio y, casi nada de vocación de construir espacios de tolerancia y de solidez de lasinstituciones. La deliberación, el debate, los consensos no son parte de la rutina de este poder del Estado que tiene por sus características primigenias representar la diversidad de posiciones de lasociedad en torno al debate. Y finalmente, una democracia cuyo principal efecto es solo mantener a un gobernante al frente termina acabando sus fines en procedimientos que llevan mucho tiempo sinningún efecto positivo en la vida de las personas. El desempleo, la inseguridad, la inequidad, la pobreza o la corrupción siguen siendo constantes en varios países de una América Latina que muestra...