Sistema politico
23 de Julio de 2012
La majestad de la Justicia
El país reaccionó justificadamente contra la reelección del secretario general del Senado de la República, el cordobés Emilio OteroDajud, no solo por el costo económico que demandaba, sino, sobre todo, por el costo moral que su eternización en el cargo significaba. La prensa, impulsada por las redes sociales, demostró que Otero estuvoy ha estado vinculado a todos los escándalos de la Corporación Legislativa y que había tejido redes de poder intolerables.
Cierto o no, todo lo que se ha dicho, escrito y publicado contra Otero o deOtero, lo saludable para el restablecimiento moral de la República es que el tema haya saltado a la palestra pública y que se haya presionado al Congreso al punto de obligarlo al aplazamiento de laelección de su Secretario General ante el retiro de la candidatura del hasta ahora ungido.
No obstante ello, sorprende que así como el país se escandalizó con la probable reelección de Otero y con sueventual ejercicio de una bien tejida red de poderes cruzados, no haya hecho lo propio frente a noticias similares, o incluso más graves, que provienen de las llamadas altas cortes, especialmente dela Corte Suprema de Justicia.
En la sección de confidenciales de un conocido noticiero de televisión se informó de la intención del exmagistrado Camilo Tarquino y del todavía magistrado de esa mismaCorporación, Francisco Ricaurte, de aspirar ahora a ocupar la vacante que dejó desde el mes de junio en la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura el magistrado Francisco EscobarHenríquez.
La situación que viene presentándose en la Corte es grave para la salud de la República y para la imagen de la Justicia, ya de por sí suficientemente maltrecha. La creación de una red defavores cruzados entre las altas cortes, cuyo único propósito es favorecer posiciones personales de poder burocrático en propia cabeza de los magistrados o en la de sus familiares es no solo inmoral,...
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