sistema solar
porque nos enseña sobre como es el sistema solar y como los planetas rodean la tierra.William Ospina usa palabras fuertes en ‘Pa que se acabe la vaina’, dice nombres propios y nocesa de señalar a una dirigencia "mezquina y sin grandeza", a un "estado delincuente", a un "estado inhumano", al discurso egoísta e irresponsable de "la espada y de la cruz": "el modo como se fuegestando la catástrofe". Pero, ¿acaso es posible acercarse a la historia del último siglo en Colombia sin sentir un poco de indignación? No es mediante un distanciamiento estoico como se logra interrogarde forma efectiva la realidad colombiana; hay que sentir un poco sobre los hombros las cargas de la postergación y del absurdo.Ahora bien, así como hay indignación en este libro, también haygenerosidad. No es tan inquietante que se señale a la vieja aristocracia de ser quien ha buscado que se perpetúe la tragedia nacional, o a esa iglesia tantas veces despiadada, sino que se mire como se mira alas guerrillas, a Manuel Marulanda y al fenómeno del narcotráfico. Muy fácil hizo carrera en este país el discurso que los señala como causas y no como consecuencias de un orden de cosas, eliminandoasí toda reflexión y toda duda, y se estableció la idea de que hay un sector de la población que sólo merece el sometimiento o la muerte. William Ospina rechaza esta idea, porque sabe que no hay cosa talcomo un levantamiento espontáneo, y se pregunta si acaso estos sectores que han protagonizado guerras tan terribles contra el estado, no estarían, más bien, compuestos por gente apasionada ytalentosa a la que no le dieron espacio en el viejo país y que decidió abrir sus propios caminos.
La guerra de los Mil Días, dice Ospina, fue la última en la que estuvo la aristocracia; “la Violencia de losaños cincuenta, una de las más escalofriantes guerras nacionales, sólo tuvo como ejecutores a los pobres de ambos partidos que nada tenían que ganar en ella. En adelante, la guerra fue entre...
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