Sistemas de enjuiciamiento
Un análisis desde el punto de vista de las Ciencias Penales en dos novelistas contemporáneos: Camus y Kafka
Por Alberto Castells y Susana I. Crotti
"La justicia clara y firme es la prueba del derecho".
Albert Camus
"Muchas leyes conservan su crédito desde la antigüedad más remota noporque sean justas, sino porque son leyes".
Michel de Montaigne
1.- La criminalidad en la literatura como fenómeno normal y constitutivo de la vida social: Sistema Acusatorio versus Sistema Inquisitivo El enfoque de la filosofía penal de profunda raigambre humanitaria postula un concepto de justicia, como dispositivo aceitado y regulador del mecanismo de la vida social fundada en la libertad, queno agota la tarea de la institución jurídica en su lucha contra el flagelo y mal social que representa el delito. La punición del delito es un imprescindible recurso en esta lucha contra el crimen porque instrumentalmente responde a la conciencia ética del bien y del mal que es común a todos los hombres y constituye un factor importante de motivación para la reflexión y el análisis no solo desdeel punto de vista jurídico, sino también, como veremos, desde la perspectiva del arte literario. En este sentido, un hecho que no ha escapado a la atención del penalista ni del novelista es que la pena no ha bastado hasta hoy para suprimir la criminalidad. La criminalidad no es un fenómeno anormal, sino, al contrario, un fenómeno normal y constitutivo de la vida social. No cabe duda de que lasleyes y las instituciones pueden ser bastantes positivas pero, lamentablemente, hay veces en que los encargados de aplicarlas o de administrarlas actúan de mala fe en perjuicio del imputado o sospechado, y precisamente es esta irregularidad o excepción a la regla, el fenómeno que ha motivado la crítica y la censura del arte literario al sistema y la institución jurídicos. Si quisiésemos hallar unafundamentación aquilatada de la punición en la historia de las ideas penales, se echaría de ver claramente que ya desde los albores de la humanidad el castigo era una retribución del crimen, aunque no siempre justa, porque muchas veces la aplicación de la punición se depositó en manos de los propios particulares, de modo que si alguien sufría un daño, tenía derecho a tomar revancha, y por lo tanto,reprimir al responsable a veces con un exceso que rebasaba el límite de la punición. Para evitar las perniciosas consecuencias de una reacción extralimitada, atenuóse el exceso por medio de la Ley del Talión, según el cual no podía devolverse al delincuente un mal mayor que el inferido a su víctima. Hubo también períodos de la historia en que
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el terror y la intimidación fueron aprovechadospor la autoridad pública, muy especialmente, para preservar su poder, y, por lo mismo, dominaba la más completa arbitrariedad, ya que los jueces y tribunales tenían la facultad de imponer penas no previstas en la ley, incluso podían incriminar hechos no penados como delitos y de estos poderes abusaron con exceso, pues no los pusieron al servicio de la justicia, sino al de los déspotas y tiranosdepositarios de la autoridad y del mando. Fue por esta razón que César de Bonnesana, Marqués de Beccaria, publicó su libro De Los Delitos y las Penas, señalando que las penas deben establecerse obligadamente en las leyes, ser públicas, prontas y necesarias; alentó la idea de proscribir la pena de muerte y prohibir a los jueces interpretar la ley, por ser su aplicación la única función.1 Podemosdecir, con Jiménez de Asúa, que la filosofía penal se concreta en el pensamiento de Beccaria, aunque sobre la base de una fórmula jurídica contenida ya en El Contrato Social de Rousseau, que enunciaba que, según el principio de la legalidad de los delitos y de las penas, nadie podrá ser castigado por hechos que no hayan sido anteriormente previstos por una ley y a nadie podrá serle impuesta una...
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