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Por: Carlos Skliar .
Posdoctorado en Educación
Soy de la idea quela cuestión de la integración debería plantearse en otros términos y no, simplemente, como respuesta única a la exclusión más obvia, más directa. Está claro que el mismo sistema político, cultural,educativo, etc., que produce la exclusión no puede tener la pretensión de instalar impunemente el argumento un sistema radicalmente diferente –llámase integración, inclusión, o como bien se llame-.5. Exclusión social versus integración escolar: ¿Es ésta, por acaso, una fórmula válida?
Soy de la idea que la cuestión de la integración debería plantearse en otros términos y no, simplemente,como respuesta única a la exclusión más obvia, más directa.
Está claro que el mismo sistema político, cultural, educativo, etc., que produce la exclusión no puede tener la pretensión de instalarimpunemente el argumento un sistema radicalmente diferente –llámase integración, inclusión, o como bien se llame-.
A no ser que aquí la inclusión sea, como decía Foucault (2000), un mecanismo decontrol poblacional y/o individual: el sistema que ejercía su poder excluyendo, que se ha vuelto ahora miope a lo que ocurre allí afuera –y que ya no puede controlar con tanta eficacia- se propone hacerlopor medio de la inclusión o, para mejor decirlo, mediante la ficción y la promesa integradora.
Al tratarse de un mismo sistema –reitero: político, cultural, jurídico, pedagógico- los procesos deexclusión e inclusión acaban por ser muy parecidos entre sí, siendo entonces la inclusión un mecanismo de control que no es la contra-cara de la exclusión sino que lo substituye.
La inclusión puedepensarse, entonces, como un primer paso necesario para la regulación y el control de la alteridad.
Por ello es que notamos, sobre todo, la presencia reiterada de una inclusión excluyente: se...
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