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El camino que condujo al Golpe de 1973. Una historia de mitos y realidades
Introducción:
El mito tupamaro: Quiere convencernos de que la organización guerrillera surgió para oponerse y combatir el golpe de Estado. Esto no es cierto, cuando allá por el año 1962 surgió el Coordinador que a la postre se transformó en la guerrilla tupamara, existía una democracia plena y un gobierno de colegiadoen manos del Partido Nacional, surgido de elecciones democráticas. Fueron otras las razones que llevaron al surgimiento de los tupamaros. Sus objetivos eran lisa y llanamente la toma del poder para imponer un sistema político que nadie había elegido por entonces. Y, de hecho, cuando el golpe de Estado se produjo ya el movimiento sedicioso había sido destruído.
Según el mito militar: la sedicióntupamara aún era peligrosa en 1973 y los partidos político pretendieron quitarle apoyo a las FFAA en un momento en que estas derramaban su sangre en las calles para defender la democracia. Que hubo muertos en las FFAA y la Policía es innegable y que les cupo el honor de derrotar a un movimiento guerrillero insidioso y que contó siempre con apoyo externo, también es un hecho. Pero también es unhecho que existieron elementos de las FFAA que pretendieron gobernar -y gobernaron, de hecho- fijando políticas y éticas a los propios partidos políticos, con un manto de paternalismo casi tan mesiánico como el de los tupamaros -aunque con otro tipo de orientación- e impuesto por las armas. Porque el hecho de derramar sangre por la patria, digno de respeto y exaltación, no es justificación usurpar elgobierno.
Según el mito política: la democracia de la década del 60 y comienzos del 70 era una democracia perfecta, y no existían indicios, al parecer, de la inminencia de un golpe militar. Wilson Ferreira -un líder de indiscutible inteligencia dentro del Partido Nacional- decía en junio de 1973: "Aquí en Uruguay no se van a animar a dar un golpe" le había dicho Wilson a Susana Sienra, su mujer,porque no podía creer en esa posibilidad". Líber Seregni, líder por entonces del Frente Amplio, afirmaba en la noche del 26 de junio: "Vas a ver que no pasa nada" De eso estaba absolutamente convencido". El mito político parece olvidar que existían políticos involucrados con los tupamaros -Erro que era su portavoz en el Parlamento, Gutiérrez Ruiz que contribuyó a la venta de las libras y lingotesde oro robados a Mailhos- y, por el contrario, afirma que se tomaron en tiempo y forma todas las medidas necesarias para combatir a los sediciosos. No fue así. Pese a las voces de algunos especialistas inteligentes -entre ellos el muy controvertido Comisario Alejandro Otero- el brote tupamaro tomó desprevenida a la clase política, acostumbrada a ordenar y que se cumpliera, acostumbrada a tenersiempre las ventajas de la cercanías del poder, acostumbrada a pequeñas y grandes corrupciones y al clientelismo durante décadas. Cuando, luego de los sucesos de 1968 y 1969 -disturbios estudiantiles, robos, atentados sangrientos y acción de Pando- la clase política reaccionó, ya casi era tarde y solamente por la escasa preparación -por no decir la incompetencia- del movimiento sedicioso, no graciasa la oposición que una mal equipada Policía podía presentarle, es que los tupamaros no se hicieron con el poder en ese momento, imponiendo en Uruguay una dictadura filocastrista. Presas de pánico y estupefactos ante hechos insólitos hasta ese momento en Uruguay, los políticos corrieron a golpear la puerta de los cuarteles, encontrando unas FFAA poco preparadas en ese momento para combatir tal tipode insurgencia, que les era ajena, pero a la que pronto se adaptaron y con gran éxito terminar por aplastar a los tupamaros quienes, mal que les pese, terminaron por perder a sangre, fuego y brutalidad, una guerra que ellos mismos desataron.
Es también un mito político que el Golpe de Estado comenzó a gestarse con el Presidente Jorge Pacheco Areco y que el gobierno de éste fue el preludio del...