Sobre anarquía y libertad
El concepto era puro, simple, real. Me inspiró. Como drogado de rebeldía.Pero recientemente, aprendí la lección que Goldman, Proudhon y otros acabaron comprendiendo: La auténtica libertad requiere dolor y sacrificio. La mayoría de los seres humanos piensanque quieren libertad. En realidad, lo que anhelan, es el cautiverio de un orden social, unas normas rígidas, un materialismo. La única libertad que el hombre realmente quiere es lacomodidad.
Lo malo del anarquismo viene siendo, que, aunque elimine innumerables fallos de nuestro sistema actual, relacionados sobretodo con la injusticia y la concentración ycontrol del poder, deja otros huecos vacíos, que son incluso peores que los que mejora y complementa. En resumen, si vivimos en este sistema, al menos globalmente, es porque, puesto enfuncionamiento, es el más útil, y en el que mejor se puede vivir, aunque sea terriblemente imperfecto; como dijo Churchill, es, en la practica, el mejor sistema que se ha creado hastaahora, a pesar de que sea fatalmente incorrecto.
El ideal del anarquismo es muy bonito, pero, dada la moral de la gente, el mundo en el que vivimos, y la imperfección humana en sí misma,es totalmente imposible llevarlo a la práctica, excepto en pequeñas comunidades, y, probablemente, no con resultados excesivamente favorables. El anarquismo, al igual que el comunismo,elimina en gran medida las desigualdades, pero crea vacíos…
El anarquismo, por desgracia, no es más que una utopía, ahora sí, una utopía en la que merece la pena creer.
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