Sobre la aculturalidad

La gran emigración producida a finales del Siglo XX llegó a producir un frontal rechazo por parte del grupo humano de acogida. La cultura “invadida” rechaza todo aquello que le es ajena, lointerpreta y lo cataloga bajo una negatividad peyorativa por parte de un sector de la población, que ya sea producida por la incultura, o por un interés más económico y de explotación laboral, crea una seriede estereotipos para negativizar la presencia de lo ajeno en lo propio.
Desde un punto de vista etno-céntrico esconde esta realidad el factor económico, un interés para aprovechar la debilidad socialdel recién llegado. Señalan lo ajeno como algo bárbaro,salvaje y menos civilizado, más cerca de la Naturaleza que de una sociedad avanzada y tecnológicamente vanguardista, que coloca al ser humano enel centro del mundo y en su relación con el medio en el que vive.
Desde la comodidad innata de un occidental, que ve al movimiento migratorio actual parecido a las invasiones bárbaras del siglo V queescribieron el epitafio final de una sociedad romana ya en franca decadencia.
Actualmente se tiene miedo que ahora suceda lo mismo y que en la actual era de la globalización la inmigración coloquela lápida a la sociedad acomodada del Estado de Derecho, que parecía haber triunfado junto al capitalismo tras la descomposición del Bloque liderado por la URSS.
¿Pero qué es lo qué piensa el otro?El emigrante,educado en una cultura determinada,abandona su pueblo, ciudad, país. El espacio físico en el que habitaba para ir a un lugar llamado Occidente, próspero, rico, cuyas “bondades” prometenla felicidad para él y sus descendientes. Un emigrante que de repente se sumerge en una cultura ajena, que lo rechaza y necesita a la vez necesita rápidamente adaptarse al medio social de acogida quelo rechaza.
¿Qué pensó justo en ese momento de cambio? ¿Realmente se encontró con lo que pensaba en un primer momento? ¿Cómo le afectó este primer contacto decisivo su manera de ver las cosas o del...