Sobre la droga psiquiátrica
Política y control moral
Por José Benegas
Para la Fundación Friedrich A. Von Hayek
Introducción: Thomas Szasz es médico psiquiatra, Profesor Emérito de Psiquiatría en la Universidad de New York, Health Science Center en Siracusa, New York. Además es físico graduado con honores en la Universidad de Sincinati en 1941. Nació en Budapest el 15 deabril de 1920 a los dieciocho años emigró a los Estados Unidos donde fue admitido en la Universidad de Cincinati. Después ingresó en la carrera de medicina en la misma universidad, obteniendo su M.D. en 1944. Recibió entrenamiento en psicoanálisis en el Chicago Institute for Pshychoanalysis. Es miembro de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana y de la Asociación Psicoanalítica Americana. En elaño 1961 publicó su obra más conocida “El mito de la enfermedad mental” el en que cuestiona los principales paradigmas de la psiquiatría actual al considerar a la “enfermedad mental” como un mito nacido de la utilización de metáforas médicas para describir conductas o hábitos. Se lo considera parte del movimiento denominado de la “antipsiquiatría”, compuesto por un grupo de autores que sincontacto entre si, son contemporáneos y todos contradicen bases, procedimientos y abusos de la práctica psiquiátrica. Pero Thomas Szasz no se limita a combatir la idea de enfermedad mental, sino que desde una óptica filosófica liberal desenmascara a lo largo de su obra serias e inadvertidas amenazas a la libertad individual enraizadas en esta forma de intolerancia social y grupal que lleva aparejadaformas de opresión colectivista. Sus observaciones parten desde el individualismo metodológico al considerar al ser humano como un individuo libre cuya conducta está guiada por su voluntad, que responde a valores. Los actos de las personas pueden ser tildados de correctos o incorrectos, adecuados o inadecuados, pero no de sanos o enfermos. En contraste con esa visión como ética básica, se encuentra eltratamiento a los individuos “distintos” o “fuera del molde” o “anormales” por parte de la psiquiatría, la medicina y el Estado, que bajo la excusa de protegerlo en su salud se apoderan de su vida. Szasz pone su aguda lupa en la medicina, en la política de control de las drogas, en la medicalización de los disidentes y en el olvido de los principios de autonomía individual y gobierno limitado encampos que podrían pasarnos por completo inadvertidos y a veces son más perniciosos para la libertad del hombre que acciones políticas que nos ocupan con mayor obviedad. Prende luces donde antes no habíamos visto amenazas a la libertad. Es difícil permanecer tranquilo después de asomarse uno al universo colectivista que denuncia. Szasz define el objeto de la psicología como problemas de la vida,no enfermedades; hábitos y no síntomas. Es el individuo entonces quién define que
aspecto de su vida o cuáles de sus hábitos deben trabajarse, en su caso corregirse. No es a la sociedad, al psiquiatra, a la familia o a cualquier grupo manejando estándares de normalidad a quienes corresponde determinarlo. En este trabajo cuyo más ambicioso objetivo consiste en servir de invitación a recorrer laobra de un autor novedoso y desafiante, intento hacer un repaso de algunos de sus principales postulados para proponer una posible solución constitucional-política a estos dilemas: la necesidad de proceder a la separación de la moral y el estado, de la moral y el poder. La idea está presente en Szasz como mostraré más adelante, pero no está expresada de esta manera. Está implícita en su visiónsobre el problema de las drogas, en su defensa de lo que denomina “la libertad fatal” es decir el derecho de cada persona de poner fin a su vida, y en el tratamiento de las personas molestas o con conductas no adaptadas a las normas generales. Se trata de todos problemas morales, problemas de la libertad y de la voluntad, que pueden ser observados y juzgados por terceros como terceros, pero no...
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