Sobre Las Representaciones Masivas Y La Mediación

SOBRE LAS REPRESENTACIONES MASIVAS Y LA MEDIACIÓN


No creo que la vida tenga una sola lectura, y mucho menos que las lecturas de la vida se clasifiquen como buenas o malas. Así que sí, soy más de relatividad, de apoyar (en este caso) a los sofistas y cómo no el simbolismo de Baudelaire, Gautier, Verlaine y tantos otros; pero sobre todo el de Baudelaire y el mío propio aunque pueda sonaralgo ególatra. Deberíamos regirnos por nuestras propias interpretaciones, ‘atravesar bosques de símbolos que nos observen con miradas familiares’ y retarles, hacer del caos un arte si es lo que creemos, aunque sea un desastre, porque sería nuestro desastre.


Sin embargo, optamos por un sendero descubierto, el que ya tiene pasos marcados y remarcados entre el barro; el señalizado por la DGT.Y nos da igual que nos ensuciemos los zapatos si es por ahí por donde otros han pisado, pues podremos entrever las consecuencias y poner la lavadora o llamar a nuestra madre para que lo limpie. Y mientras jugamos a seguir el ceda el paso y los cambios de sentido, censuramos el libre pensar; porque es lo fácil, porque es lo que nos evita replantear y juzgar, juzgarnos y aceptar, sobre todo lodiferente.


Acabamos por llegar a un punto donde una mente, o la de unos pocos, se extrapola a toda una sociedad configurando, de esta manera, una clasificación de lo que es y no es normal. Pero, ¿qué lo es? Y, ¿por qué lo es? No veo justo que alguien sea capaz de dictar la sentencia y acallar demás versiones o respuestas a estas preguntas que hoy en día considero como retóricas. Sin embargo,lo justo no parece ser lo más importante en el siglo XXI (ni en todos los antecesores), y es por ello que seguir a la marea te llevará a lo más lejos en el mar, mientras que ir a contracorriente, te esconderá bajo tierra. Al menos, hasta hoy.


Si nos decidimos a echar un vistazo rápido por una ventana que dé a la calle, observaremos un mundo bastante bipartidista o incluso bipolar, llenode contrarios que se equilibran, contrarios que aunque se contradigan son uno, pues existen gracias al opuesto; es decir, frente a un creyente, un ateo; frente a fumador activo, uno pasivo; frente a un fascista, un skin de ‘izquierdas’. Y es que la moda, cada vez más, es no seguirla. La moda, cada vez más, es intentar despegarnos de la cultura de masas, de lo que tenemos considerado popular y,por lo tanto, inferior o menos intelectual. La pedantería, según mi visión de esta sociedad, está ganando el pulso en la pasarela de Cibeles, y Nirvana, Lars Von Trier, Nietzsche y Dostoievski los pobres títeres que están saliendo más perjudicados.


Algo que ya sabemos es que el mundo, en concordancia con el tiempo, va girando; y algo que intuimos es que la mutación es para mejor. Progresoes la palabra clave de este siglo, y los medios de comunicación, el objeto mediador (como el espejo en William Wilson o las matemáticas en Muerte de un viajante). Son ellos quienes tienen la capacidad de estructurar la sociedad y a su gente, sus pensamientos e incluso ideales, son ellos quienes tienen el poder, y el poder, quienes poseen a los medios.


Ante esto, cabe replantearnos qué oquién es el poder; y la primera respuesta, y también la última tras meditarlo, es siempre la misma: el dinero (aunque me ha venido a la cabeza una lluvia de ideas con clara interrelación: EEUU, políticos, la religión, la conciencia, los padres, EEUU,…) Así es que el rumbo que vamos a tomar estará dictaminado por las ventas, la cultura de masas será una cultura que siga la ley de la oferta y lademanda, y seremos nosotros, en colectivo, quienes mantengamos una conversación con los iconos del momento, quienes los elevemos al podio y les hagamos caer en cuestión de segundos.


Pero aunque tengamos un espejismo en el que somos nosotros los protagonistas de este show, la verdad dista de la realidad, y es que en este teatro no hay personajes principales ni secundarios, sino una fuerza de...