Sobre liderazgo y management
Dee Hock Fundador y CEO Emérito de Visa International
Texto extraído de Dee Hock, Birth of the Chaordic Age, Berrett‐Koehler Publishers, San Francisco, 1999. Traducción de Rafael Echeverría
Sobre Liderazgo y Management. Dee Hock
“El líder supone al seguidor. El seguidor su‐ pone capacidad de elección. Alguien que es coersionado a los propósitos, objetivos o preferencias de otro, no es un seguidor en el verdadero sentido de la palabra, sino un ob‐ jeto de manipulación. El que ambos acepten el dominio y la coersión no altera sustancial‐ mente la relación. El liderazgo y el seguimien‐ to verdaderos suponen la libertad perpetua tanto del líder como del seguidor para servir la relación y seguir un camino distinto. Un verdadero líder no puede estar obligado a liderar. Un verdadero seguidor no puede estar obligado a seguir a otro. Desde el mo‐ mento en que estén obligados, dejan de ser líder y seguidor. Los términos líder y seguidor, implican la libertad y la independencia de juicio de ambos. Si la conducta de cualquiera de ellos es obligada, sea por fuerza, por nece‐ sidad económica o por arreglo contractual, la relación deviene una de superior‐ subordinado, gerente‐empleado, amo‐siervo, dueño‐esclavo. Todas estas relaciones son sustancialmente diferentes de la relación líder‐seguidor. “La conducta inducida es la esencia de la re‐ lación líder‐seguidor. La conducta obligada es la esencia de todas las demás. Cuando la conducta es obligada, allí yace la tiranía, in‐ dependientemente de cuán benigna ella sea. Cuando la conducta es inducida, allí yace el liderazgo, independientemente de cuán po‐ deroso éste sea. El liderazgo, sin embargo, no implica necesariamente una conducta cons‐ tructiva, ética o abierta. Es perfectamente posible inducir una conducta destructiva, maligna o torcida y hacerlo por medios co‐ rruptos. Por lo tanto, un propósito claro y portador de sentido y principios éticos con capacidad de atracción, evocados por todos los participantes, debieran ser la esencia de toda relación y de toda institución.
“Una pregunta ineludible es cómo asegurar que aquellos que lideran sean constructivos, éticos, abiertos y honestos. La respuesta con‐ siste en seguir a aquellos que se comporarán de esa manera. Ello apunta al sentido, tanto individual como colectivo, de a dónde y cómo las personas escogen ser liderados. Son los seguidores los que crean el liderazgo al esco‐ ger hacia donde son liderados. A donde será liderada una comunidad es algo inseparable de los valores y creencias que, de manera conciente y compartida, detentan los indivi‐ duos que conforman esa comunidad. “Los verdaderos líderes son aquellos que expresan el sentido general de la comunidad: aquellos que simbolizan, legitiman y fortale‐ cen conductas de acuerdo con el sentido de la comunidad; que permiten la emergencia, la expansión y la transmisión de una generación a otra, de sus valores y creencias, conscientes y compartidos; que hacen posible que aquello que busca salida, efectivamente suceda. La conducta del verdadero líder está inducida por la conducta de cada individuo que decide hacia donde será liderado. “Lo importante es recordar que el verdadero liderazgo y la conducta inducida pueden ser constructivas o destructivas, pero tienen una tendencia inherente hacia el bien, mientras que la tiranía y la conducta obligada tienen una tendencia inherente hacia el mal. “A través de los años, he tenido frecuente‐ mente largas y in‐estructuradas conversacio‐ nes con cientos de grupos de personas, de todos los niveles, en diversas organizaciones, ...
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